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Webinars sobre Covid persistente y humanización de la atención sanitaria

Como dice el presidente de Asomega, "hacer es la mejor manera de decir" y por eso Asomega no deja de proponer acciones, en este caso destinadas a la reflexión, el debate y la formación.

Coinciden la próxima semana dos convocatorias de webinars de la asociación, una de Asomega Nova y otra de Asomega Muller. La primera tendrá lugar el lunes a las cinco de la tarde y es la tercera cita del ciclo "Profesionales de la Sanidad 2030". La otra, primer webinar de Asomega Muller, será el jueves día 16 a partir de las 18 h.

Asomega Nova: lunes 13 de septiembre a las 17 h.:
¿La superespecialización deshumaniza la medicina?

Asomega Muller: jueves 16 de septiembre a las 18 h.:
Pilar Rodríguez Ledo hablará sobre Covid persistente
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Profesionalizar al tutor y darle más tiempo para su labor docente, claves de mejora

El presidente de Asomega, Julio Ancochea, ha dejado claro en la presentación del segundo webinar de la serie "Profesionales de la Sanidad 2030" de Asomega Nova el objeto de esta sesión: analizar la relación entre las figuras del residente y el tutor "en un año tan complicado por la supresión de rotaciones, la polémica por el nuevo sistema de elección MIR y por todas las dificultades ligadas a esta pandemia".

Como ha recordado, "formadores y médicos en formación son piezas clave de nuestro sistema, que se jacta de contar con un esquema de formación sanitaria especializada de altísimo nivel". En este sentido, ha recordado que "la exigencia, el aprendizaje desde la práctica y la plena integración de los nuevos profesionales en equipos operativos son, quizás, algunos de sus puntos fuertes".

Para hablar de todo ello Asomega Nova ha convocado, bajo la moderación de Paula Peleteiro, a un grupo de profesionales representativos de las dos figuras objeto de análisis en esta cita. En concreto, tres tutoras (de Neumología, Urgencias y Atención Primaria) y tres MIR (de Urología, Neumología y Oncología) que tras una hora de intercambio de impresiones, experiencias y reflexiones, han concluido una serie de puntos que la moderadora ha expuesto al final del webinar. Las claves son las siguientes:

  • Existe un déficit de formación claro en la pandemia, reflejado por ejemplo en la supresión -o, como mínimo, alteración- de rotaciones y sesiones clínicas.
  • Cabría plantearse una prolongación del periodo de residencia por las circunstancias vividas, pero estudiando caso por caso.
  • La pandemia nos ha hecho a todos crecer como personas: hay que quedarse con lo bueno.
  • Hay que profesionalizar la figura del tutor: incentivarle económica y/o profesionalmente y facilitarle más tiempo para relacionarse con sus residentes.
  • El sistema de elección MIR propuesto inicialmente para este año fue un completo desacierto. 

Esther Barreiro: "La parte investigadora te va a hacer mejor médico"

Neumóloga del Hospital del Mar de Barcelona, investigadora del IMIM y miembro de la Junta Directiva de Asomega, Esther Barreiro destaca que la pandemia favoreció que se creara "un clima de colaboración, nadie se planteó 'esto no me toca', al menos en el periodo álgido". 

Explica que "nuestros residentes de Neumología aprovecharon la coyuntura de que prácticamente todo el hospital estaba dedicado a Covid y han tenido un entrenamiento forzado, pero interesante. Quizá han perdido algunas rotaciones de tipo función pulmonar o cirugía torácica, pero el entrenamiento del paciente crítico, básico en Neumología, no ha estado tan mal, se han visto impelidos a manejar este tipo de paciente porque no había manos".

Insiste en la idea de que hay que motivar a los residentes, sobre todo ahora que las circunstancias nos han llevado a una situación insólita que no sabemos si se repetirá en el futuro. Para ello considera imprescindible que los médicos en formación conozcan la investigación. Entiende que durante la residencia lo prioritario es tratar enfermos, pero deben saber que existe la investigación: "Con una visión de la parte investigadora vas a entender mejor la patología y sus mecanismos, lo que seguro te va a llevar a ser mejor médico. Tratamos enfermos, no enfermedades, y los protocolos están solo para estas, pero muchos se salen de protocolo y es necesario tener ese conocimiento".

Tutoras de especialidades "peculiares"

Ana Bello en Atención Primaria y Beatriz Martínez Barreira en Urgencias han representado en esta mesa dos visiones de la tutoría de residentes con unas características diferenciadas a las del grueso de especialidades. 

Martínez Barreira explica que la figura de tutora en el Servicio de Urgencias es más amplia que la del tutor que tiene dos o tres residentes porque por sus manos pasan hasta 70 médicos en formación "a los que muchas veces no les gusta nada la urgencia, por lo que es una figura especial. Echo en falta tener tiempo para estar más con ellos, evidentemente no puedes formar a los 70 y delego en mis compañeros".

Su reivindicación la tiene meridianamente clara: "Pediría tiempo y que se reconozca la figura del tutor. Si estuviese más reconocida y valorada profesionalmente tendríamos más poder y podríamos ayudar mejor a los residentes", afirma.

Ana Bello, por su parte, señala que las rotaciones en Familia son breves por muchos servicios hospitalarios, pero sí han perdido ocasiones de ver patologías "porque al haber menos actividad asistencial ordinaria han dejado de ver pacientes crónicos y de trabajar en consultas externas o plantas del hospital". 

A eso se añade las especiales circunstancias en que se ha vivido la pandemia desde la Atención Primaria: "En los residentes aprecié mucho estrés, mucha frustración. Lo que más les chocaba era la modalidad de consulta telefónica, los descolocó muchísimo el tener que hacer de filtro, algo desconocido porque en Primaria las puertas estaban abiertas siempre. Aun así, me sigue pareciendo que fue un aprendizaje, aunque duro para todos".

Respecto a la calidad de la enseñanza que se imparte, se muestra crudamente sincera: "No sé si la docencia realmente tiene ese nivel de excelencia que se pretende. Tampoco creo que sea mucho peor que en otros sitios pero no creo que esté priorizada por la Administración. Todos ponemos buena voluntad, pero no sé si es tan notoria y excelente como nos gustaría". Para asegurar su calidad también reclama tiempo, incentivos y agendas bien dimensionadas.

Los residentes reclaman más contacto con sus tutores

¿Y qué opinan los residentes? Los tres participantes en esta mesa han coincidido básicamente en sus apreciaciones, que se resumen en demandar, sobre todo, un acceso más fácil y prolongado a sus tutores, una relación más fluida con ellos para lo que entienden que éstos necesitarían disponer de más tiempo.

José María Eiros, residente de Neumología en el Hospital de La Princesa de Madrid, lo ha resumido en tres puntos:

  • Disponibilidad, cercanía, tener 10-15 minutos cada dos semanas al menos para tomar un café y conversar.
  • La confianza con los tutores para poder charlar y conversar sobre todas las rotaciones, aspectos a mejorar y a exigir por su parte.
  • Consecuencia de lo anterior, aprender de su ejemplo, a nivel profesional y humano, sobre el trato con los pacientes y compañeros de trabajo.

Por su parte Martín Pérez Martelo, residente de Oncología del CHUS, reconoce que en general sí hay implicación por parte de los tutores, aunque también echa en falta "que dispongan de un día cada cierto tiempo para dedicarse exclusivamente a la tutorización de residentes". 

En el mismo hospital es residente de Urología Antonio Fernández Yáñez, que explica cómo la pandemia ha afectado a su servicio al suprimirse prácticamente en su totalidad la cirugía de patología benigna y, en la parte clínica, al suspender temporalmente las sesiones clínicas. Ha explicado que, desde su punto de vista, debería plantearse individualmente la posibilidad de ampliar el periodo de formación para atender a aquellos residentes que se han visto afectados de forma especial por las circunstancias, como los que tenían previstas estancias en el extranjero, por ejemplo.

Respecto a la experiencia de la pandemia, José María Eiros ha asegurado que, a pesar del déficit de formación que ha traído consigo y de la dureza de la situación, estos meses han sido positivos "a nivel humano, de compañerismo. Ha sido una experiencia que esperemos que sea única, pero nos ha aportado mucho en valores".

Cristina Margusino: “Debe ser prioritario promover la salud y equidad en zonas rurales”

La Asociación de Médicos Gallegos (Asomega) y la Sociedad Española de Medicina General y de Familia (SEMG), en colaboración con Laboratorios Bial, han celebrado este sábado en la sede del Colegio de Médicos de Ourense el acto de entrega de la I Beca de Medicina Rural.

El evento, del que ha sido anfitrión el presidente del Colegio José Luis Jiménez, ha estado presidido Miguel Santalices, presidente del Parlamento gallego, y ha contado con la presencia del conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña. La mesa presidencial la completaban el presidente de Asomega, Julio Ancochea, y el miembro de la Junta Directiva de SEMG Lorenzo Armenteros.

Cristina Margusino, jefa del Equipo de Atención Primaria de Xinzo da Limia, ha recogido el reconocimiento principal, consistente en diploma y 6.000 euros, por su proyecto de intervención comunitaria centrada en la organización de jornadas de coordinación entre agentes sociosanitarios y la población del área.

Álbum de Facebook

Pincha sobre la imagen para acceder al álbum fotográfico completo del evento en Facebook.

En su intervención, la doctora Margusino ha insistido en que el suyo es “un trabajo multidisciplinar, cuyo objetivo primordial es la humanización de la asistencia”.

Según ha explicado, “desde el equipo de AP decidimos impulsar estas jornadas con todos los agentes sanitarios de la comarca y por supuesto con los pacientes y familiares”. Considera que los equipos de AP “debemos reorientarnos e innovar, y detectar los problemas de salud de nuestra comunidad”.

Ha recordado que “el envejecimiento y el aislamiento crean desigualdades en una atención que debería ser universal. Debe ser prioritario promover la salud y la equidad en la atención a los pacientes en zonas rurales”. Y ha añadido: “Ser pocos no significa tener menos derechos”.

Además, ha insistido en la necesidad de los profesionales sanitarios de ser proactivos, para lo que contar con un sistema formativo óptimo resulta crucial. Reclama la creación en la universidad de “departamentos específicos de Medicina Familiar y Comunitaria con estructura y dotación de profesorado adecuados al peso que tiene la Medicina de Familia”. Su conclusión es contundente: “Ser un buen profesional significa ser cercano, tener sentido común. Pero la formación continuada debe mantenernos en la vanguardia de la medicina”.

Su intervención se ha cerrado con la proyección de un vídeo en el que los miembros de su equipo explican de primera mano en qué consiste su trabajo.

Mención honorífica

En el acto también se ha procedido a la entrega del diploma y mención honorífica a Ana Bello Souto, de AP de Lugo, por su trabajo sobre educación en autocuidado para personas con cuadros de dolor crónico musculoesquelético de entre 45-65 años en el ámbito rural de un ayuntamiento de la provincia de Lugo.

En su intervención ha afirmado que la Atención Primaria “lucha a día a día”, aunque a veces está “un poco desanimada, decepcionada porque no es siempre una prioridad de nuestros gobernantes”. Critica que en ocasiones se destinen “inversiones millonarias a sofisticadas tecnologías hospitalarias y se olviden un poco del capital humano que estamos acompañando a los pacientes dando la mejor calidad posible dadas las circunstancias”.

Compromiso con la Atención Primaria

El acto de entrega de la I Beca de Medicina Rural de Asomega y SEMG ha estado presidido por el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, que ha clausurado el evento reconociendo el peso de la Atención Primaria y su condición de piedra angular del sistema sanitario.

Además, ha vuelto a hacer público su compromiso con Asomega, con la que ha recordado que mantiene una relación desde hace muchos años sustentada en la defensa de valores comunes como la cercanía y la apuesta por la humanización de la asistencia sanitaria.

Julio García Comesaña, conselleiro de Sanidade, también ha valorado la convocatoria realizada por Asomega y SEMG por el hecho de poner el foco en el nivel asistencial más utilizado, y ha reconocido que la AP, como señalaba Ana Bello, precisa más recursos y toda la atención posible.

Julio Ancochea: “Un proyecto común”

El presidente de Asomega, Julio Ancochea, tras agradecer y valorar la presencia de las autoridades en el acto, ha destacado que la I Beca de Medicina Rural reconoce a dos mujeres “innovadoras y entusiastas, profesionales comprometidas que entienden que cada uno desde su puesto importa y aporta, pero aún más desde la iniciativa, la propuesta constructiva, el proyecto común”.

Del proyecto ganador ha destacado que el proyecto se base en la comunicación, en el “sentémonos y hablemos” para poner en común “nuestras carencias y nuestros problemas, pero también expliquemos a los otros qué podemos hacer y entendamos bien qué nos puede aportar el otro. Y entre todos, construyamos”.

Además, ha mostrado su satisfacción personal por el hecho de que el proyecto ganador sea orensano, “tierra en la que mi propio abuelo fue médico de los que iban a caballo de noche a las aldeas a atender a los pacientes y, como decía de su padre don Ramón Otero Pedrayo, conocía los silencios y sonidos de la aldea”. (Acceso al discurso completo de Julio Ancochea).

Por su parte Lorenzo Armenteros, representante de SEMG, ha señalado que la medicina rural y la AP en general ha visto aflorar más sus debilidades en pandemia, evidenciando que “necesita el apoyo institucional y la apuesta sin matices para mejorar, y poder ejercer con dignidad nuestro arte de la Medicina”.

Este sábado se entrega la I Beca de Medicina Rural Asomega-SEMG

La Asociación de Médicos Gallegos (Asomega) y la Sociedad Española de Medicina General y de Familia (SEMG), en colaboración con laboratorios Bial, celebran este sábado en la sede del Colegio de Médicos de Ourense el acto de entrega de la I Beca de Medicina Rural, que estará presidido por el presidente del Parlamento gallego, Miguel Santalices, y contará también con la presencia del conselleiro de Sanidad de la Xunta de Galicia, Julio García Comesaña.

Cristina Margusino, jefa del Equipo de Atención Primaria de Xinzo da Limia, recogerá el reconocimiento por su proyecto de intervención comunitaria centrada en la organización de jornadas de información y coordinación entre agentes sociosanitarios y la población del área. La beca consiste en diploma y 6.000 euros.

Asimismo, Ana Bello Souto, de AP de Lugo, recibirá diploma y mención honorífica por su trabajo sobre educación en autocuidado para personas con cuadros de dolor crónico musculoesquelético de entre 45-65 años en el ámbito rural de un ayuntamiento de la provincia de Lugo.

En la mesa presidencial, junto al presidente del Parlamento de Galicia, estarán Julio Ancochea, presidente de Asomega; José Luis Jiménez, presidente del Colegio de Médicos de Ourense; y Lorenzo Armenteros, de la Junta Directiva de SEMG. Asistirá también al acto Ángel del Cerro, jefe nacional de Ventas de Laboratorios Bial.

Más investigación para tener mejores profesionales

El primer webinar de Asomega Nova, dentro de la serie “Profesionales de la sanidad 2030”, se ha centrado en la carrera de investigador en España. ¿Investigar en España es penar? ¿Qué posibilidades reales tiene un joven estudiante de Medicina, Biología, Farmacia... de dedicarse a la investigación aquí?

Para responder a estas y otras cuestiones un grupo de profesionales de primerísimo nivel moderados por Felipe Couñago, coordinador de Asomega Nova, han charlado sobre la situación del científico en nuestro país. En la presentación el presidente de la entidad, Julio Ancochea, ha señalado que Asomega está orgullosa de su historia pero mira al futuro y apuesta por él, de ahí este empeño por hacer de Asomega Nova un entorno de intercambio, de reflexión, de pensamiento.

En el coloquio posterior se han puesto sobre la mesa algunas cuestiones centrales en las que todos coinciden:

  • La situación en España ha mejorado notablemente gracias a la creación de estructuras como los institutos de investigación sanitaria ligados a hospitales.
  • El trabajo del investigador tiene un enorme componente voluntarista: suele ir ligado al desempeño de labor asistencial y no siempre se reconoce.
  • Las trabas burocráticas resultan frustrantes y desmotivadoras.
  • Pero el crecimiento personal, la experiencia que se adquiere y el reto intelectual que comporta hacen de ello una actividad enormemente gratificante.
  • Generar preguntas y buscar respuestas nos hace mejores profesionales.

Las voces de los participantes

Luis Paz Ares

Esto de investigar, al menos en el seno del SNS, nunca necesariamente ha tenido todos los credenciales de ser un trabajo. Se refleja en que en las líneas de producción de un servicio la investigación es como un aditamento, como un adorno, más que la línea principal de producción. Es muy importante pero nuestra sociedad aún no se lo cree del todo. Aunque hemos avanzado bastante y la valoración afortunadamente ha mejorado.

Una de las cosas fantásticas de que se hayan creado estos institutos de investigación sanitaria es que probablemente sea una gran fuente de cultura científica que inunda los hospitales. Y seguro que dentro de 20 años cuando haya más ciencia esto será incluso mejor. Cuando sales del hospital al hospital de enfrente ya aprendemos muchas cosas. Si además tienes la suerte de ir a una cultura diferente, que muchas veces afrontan la medicina o la ciencia desde otra perspectiva seguro que nos va a ayudar a mejorar. Y si luego tenemos suerte de volver a incorporar ese caudal científico más maduro será aún mejor. Siempre que sea salir fuera a centros de excelencia es bueno para todos.

Es importante que poco a poco vayamos forjando un pathway para el médico investigador. Que en un servicio con 20 o 30 médicos los haya asistenciales muy buenos, otros que hagan muy buena investigación clínica, otros que cooperen con otros grupos y otros que deben dirigir su propio grupo y dedicar a lo mejor solo dos días a la semana a la asistencia.Así los futuros médicos saldrán con una buena cultura científica.  

Siendo médico, si investigas serás mejor médico. Por otro lado, tienes una causa muy buena y es que no pones todos los huevos en la misma cesta. Todos hablamos del burnout, creo que tener tu espacio para la investigación es una buena válvula de escape para seguir con ganas. La investigación te motiva a lo largo de tu vida. Además, damos oportunidades extra a los pacientes. Tú aprendes investigando y en el proceso de investigación los pacientes tienen oportunidades adicionales y eso es muy bueno.

Francisco García Río

Quiero transmitir un mensaje positivo: investigar en el ámbito de ciencias de la salud o de biomedicina tiene muchos elementos de interés. Es muy divertido, un verdadero reto intelectual y por tanto constituye un estímulo constante. Si os dedicáis a la investigación desde luego no vais a tener una tarea rutinaria, un trabajo ingrato o pesado. Tendrá por supuesto sus momentos, pero todo esto conlleva un gran enriquecimiento. En esta actividad tenemos elementos muy útiles como estar sometidos a un proceso de evaluación permanente y continuo, que es importante para modular nuestra modestia y para regular los egos a veces disparados. Si tenéis interés vale la pena que afrontéis este reto porque tiene más elementos positivos que limitaciones a corto plazo.

Los políticos son reflejo de la sociedad, dicen lo que creen que a la sociedad le gusta oír. El cambio por tanto dependerá más de la demanda social. Con respecto a que tengamos muchos científicos en el extranjero, refleja una situación económica que llevamos tiempo atravesando. El problema no está en irse al extranjero sino en no contar con un sistema de retorno o de captación de recursos que sea adecuado y esto pasa por que la sociedad convenza a los políticos de que hay que invertir más. Esto va acompañado por unas estructuras rígidas que no lo permiten, creo que en algunos ámbitos adquiere matices de burocratización que habría que controlar. En el fondo tendríamos que trabajar por revertir algunas visiones generales como la visión endogámica, la falta de movilidad, el miedo a lo foráneo, etc. Arrastramos un histórico abrumador: en el XVIII cuando la sociedad sajona estaba volcada en la investigación probablemente en nuestro entorno las prioridades eran otras y esos dos siglos de rémora los venimos arrastrando.

¿Qué acción de coste cero se puede promover para impulsar la investigación? Cambiar los baremos, que realizar una tesis doctoral equivalga a mes y medio de trabajo haciendo una sustitución es algo que en sí mismo resulta indigno. Sí se necesita este reconocimiento, establecer pautas para que quien esté interesado pueda beneficiarse de esta trayectoria.

Os diría que os animéis, que si os gusta que lo hagáis. Me dedico a la investigación y os garantizo que estoy absolutamente encantado de haberlo hecho, para mí es una decisión que volvería a repetir y mi única cuestión es no haberme dedicado con más intensidad y desde antes. Es un estímulo, obliga a superar dificultades pero es estimulante.

Eduardo López Collazo

Investigar es responder a una pregunta y eso siempre resulta muy gratificante. En los últimos años hemos trabajado para que el gran hospital se creen los institutos de investigación sanitaria, unas estructuras magníficas, copia de un sistema muy americano pero que funciona y es donde se pone en común el esfuerzo de investigadores no clínicos como yo con otros muy clínicos. Se están creando mimbres para que investigadores de todo estilo tengan una estructura en la que basarse para responder a esas preguntas.

Yo siempre digo que pertenezco a varias minorías, pero la que más dolor de cabeza me da es ser científico porque estamos en un sistema que no nos ayuda mucho. La ciencia en España se sigue considerando un artículo de lujo, como algo que exhibes pero que generalmente no compras y que prescindes de él cuando hay crisis y no inviertes porque no es extremadamente necesario. Es una contradicción, porque por otro lado estamos creando estructuras muy sólidas, que facilitan que todo científico que tenga una pregunta pueda ponerlo en práctica en los hospitales y que en ellos aparezcan físicos, farmacéuticos, biólogos, matemáticos, bioinformáticos… que toman café con los clínicos y ven al paciente, con lo que se crea una estructura muy interesante para acelerar la investigación.

Estar un tiempo de estancia en otros laboratorios, en otras culturas y otros idiomas es muy bueno para el científico en general pero siempre y cuando sea opcional. Tendríamos que aspirar a que no sea económicamente necesario salir y que no sea un requisito para tener después una plaza. Que sea un interés personal por ver cómo se desarrolla una técnica concreta o cómo se aborda una problemática científica en otra cultura. Hay que empezar a invertir al menos un 3% del PIB en ciencia y con constancia, que nunca se baje de ahí.

Los países ricos no investigan porque son ricos sino al revés: son ricos porque investigan. Debemos tener un acuerdo entre todos los partidos para que eso sea así. 

No hay nada más cool y nada más sexy que investigar.

Pilar Rodríguez Ledo

Investigar no es penar en cuanto a la satisfacción interna que produce. Y eso es muy importante porque estamos viviendo unos momentos en los que la situación del clínico no es muy boyante ni anímica ni profesionalmente ni desde el punto de vista del reconocimiento. Investigar es responder preguntas y generar conocimiento. Creo que no se puede ser un buen profesional si no se investiga, si uno no genera preguntas, no busca sus respuestas. La satisfacción que te genera es lo más positivo que tiene. Por otro lado, bien es verdad que la investigación tiene un escaso interés para los políticos, muy escaso, si lo miramos tanto en inversión del PIB como en número de investigadores o de publicaciones.

Son los propios profesionales a través de sus servicios los que han empujado para crear esas estructuras que son mucho mejor de lo que teníamos, encauzan y posibilitan el día a día aunque falta mucho por hacer.

Al final tiene que llegar un momento en que los políticos se den por enterados o si no la situación no va a acabar de trascender. En ese sentido la carrera de investigador sí es un penar, porque sí hay que correr para hacer tu trabajo asistencial y además, investigar. No conozco en España ningún sistema de salud que dentro de las agendas de los profesionales tenga un código dedicado a la investigación. El mero hecho de tener que bloquear la agenda de trabajo para dedicarme a la investigación es ocultar, no dar valor a lo que hacemos. Es un penar externo aunque como satisfacción interna ninguna actividad me ha reportado tanto nivel de satisfacción, de trabajo en equipo, coordinación…

La movilidad enriquece al profesional pero debe ser algo deseado. Me da pena que la gente salga del país por no encontrar trabajo con las necesidades que hay de hacer cosas. Hay que instaurar dos tipos de circuitos: uno para salir fuera a aprender y que retornen y otra, tenemos que generar cultura investigadora. De ahí despuntarán las mentes más prevalentes.

Laura Torrado

La investigación es un trabajo a mayores. Yo tengo de 8 a 3 mi consulta y aparte hago mi proyecto de investigación. Lo que ocurre es que la radiogenómica es un tema que me apasiona. Es fundamental tener un proyecto en el que confíes y al que le veas futuro y te motive. Tengo la suerte de haberme formado en un servicio de Oncología Radioterápica donde nos inculcaron la investigación y se me brindó la oportunidad en el HULA, un hospital donde todo es ayuda.

Para mí es una experiencia totalmente gratificante. Sí es verdad que a la hora de reconocer el mérito de investigar para que te cuente en una bolsa de trabajo o en la oposición es horroroso. Así como por ejemplo es muy fácil conseguir la puntuación de un curso o un máster que pagas, el conseguir una puntuación de investigación resulta tedioso. En ese sentido es penar porque parece que el trabajo al final no cuenta. Mi mensaje es optimista, sí vale la pena investigar.

Cuando acabamos la universidad entra la obsesión por escoger especialidad, por trabajar en el hospital y no se nos inculca a ir fuera a rotar por el miedo a la vuelta de no conseguir trabajo. Se ve que hay que entrar ya, aunque el ir fuera es más enriquecedor. No se incentiva nada irnos fuera desde la residencia.

La gente que se sume y se una a investigar, que es enriquecedor. Motiva muchísimo tener un proyecto.

14 de junio, 17 h.: "La carrera de investigador en España"

Asomega se viste de largo para dar el pistoletazo de salida a uno de sus proyectos más queridos y preparados con más ilusión: los webinars de Asomega Nova. Desde el nacimiento de este grupo de trabajo dentro de la asociación, hace ahora un año, la pretensión ha sido materializar lo que define su propia esencia: la transmisión de conocimiento, el contacto entre profesionales jóvenes y veteranos y el intercambio de inquietudes, preocupaciones y proyectos entre profesionales de la salud de distintas generaciones.

Las restricciones ligadas a la pandemia impiden todavía plantearse abiertamente actos presenciales multitudinarios, así que recurrimos al socorrido canal telemático que tanto hemos tenido que frecuentar todos durante el último año.

En este formato se presenta "Profesionales de la Sanidad 2030", una corta serie de webinars sobre temáticas diversas cuya primera cita está a la vuelta de la esquina, en concreto el próximo lunes 14 de junio a las 17 h. El acceso será libre a través de la plataforma Zoom y también por YouTube:

La carrera de investigador

Este primer webinar versará sobre "La carrera de investigador en España". Comenzará con una breve introducción del presidente de Asomega, Julio Ancochea. A continuación el moderador, el coordinador de Asomega Nova Felipe Couñago, empezará a plantear a los ponentes las cuestiones al respecto: 

    • ¿Investigar en España es penar?
    • ¿Qué posibilidades reales tiene un joven estudiante de Medicina, Biología, Farmacia... de dedicarse a la investigación aquí?
    • España se ha convertido en un país formador de grandes científicos que maduran en el extranjero por falta de oportunidades locales. ¿Cómo se explica este desequilibrio entre lo docente y la investigación?
    • ¿Cómo motivar a los jóvenes para que se dediquen a la investigación dado el cúmulo de dificultades que encuentran estos profesionales? 

Un plantel de lujo

Para tratar todas estas cuestiones Asomega Nova tiene el honor de contar con la participación de primerísimos espadas en este campo:

  • Francisco García Río, vicepresidente de Asomega, jefe de Sección de Neumología del Hospital La Paz de Madrid, profesor de la UCM y presidente electo de SEPAR.
  • Eduardo López Collazo, director del IdiPaz. Físico nuclear y doctor en Farmacia es autor de tres libros de divulgación que han sido bestsellers como "¿Qué es el cáncer?" o "Coronavirus, ¿la última pandemia?".
  • Luis Paz Ares, jefe de servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA)
  • Pilar Rodríguez Ledo, vicepresidenta de SEMG, subdirectora médica de la EOXI de Lugo, Cervo y Monforte. XXII Premio Nóvoa Santos de Asomega.
  • Laura Torrado, oncólogo radioterápico, Premio “Javier Castellanos”, investigadora del Hospital Lucus Augusti.

Pilar Rodríguez Ledo gana el Premio Nóvoa Santos

La Junta Directiva de Asomega ha secundado por mayoría el dictamen de la Comisión Científica que proponía la concesión del XXII Premio Novoa Santos a María Pilar Rodríguez Ledo por su "dilatada trayectoria asistencial, así como en investigación, formación, innovación y desarrollo profesional, durante la que ha realizado notables aportaciones a la humanización y calidad de la asistencia, manteniendo un destacado compromiso con la sanidad y la sociedad gallega". 

Rodríguez Ledo es vicepresidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), donde es responsable de formación, investigación, formación sanitaria especializada e innovación. Actualmente está involucrada en la elaboración de una guía clínica de atención y seguimiento a las personas con COVID persistente.

Además, es subdirectora Médica de la Estructura de Gestión Integrada de Lugo, Cervo y Monforte y profesora de la Facultad de Enfermería del campus de Lugo, perteneciente a la Universidad de Santiago de Compostela.

Los datos concretos de la entrega de esta XXII edición del Premio Nóvoa Santos, en la que Asomega cuenta con la colaboración de Roche, se darán a conocer próximamente.

Reconocimiento a la Atención Primaria

Francisco García Río ha expuesto ante la Junta la complejidad del dictamen elaborado por el Comité Científico -que integra junto a los otros vicepresidentes de Asomega, Inmaculada Ramos y José María Eiros-, dado el contrastado prestigio y solvencia de todos los candidatos que concurrían a esta edición. 

Ha destacado que en estos tiempos de pandemia resulta aún mayor si cabe la deuda del sistema sanitario en su conjunto con la Atención Primaria, recordando además que las bases del premio recogen que se tendría en consideración "la relevancia de la actividad desarrollada por los candidatos, valorada en función de las circunstancias sociales, sanitarias y asistenciales del momento".

Una dilatada trayectoria asistencial, presencia en investigación e innovación, importantes aportaciones en humanización y un destacado compromiso con la sociedad gallega han sido factores determinantes en la valoración de la candidata. Por eso, reconociendo la excelencia de todos los presentados, el Comité Científico ha concluido que "Rodríguez Ledo aporta valores diferenciales que complementan y amplifican la trayectoria del Nóvoa Santos".

Los miembros de la Junta Directiva de Asomega han apoyado mayoritariamente la propuesta argumentando que "hay tareas fundamentales que no cuantifican como factor de impacto y buena parte de la labor que se hace desde Atención Primaria no obtiene el reconocimiento que merece", o que "afrontar retos como el envejecimiento de la población y la dispersión geográfica, tan característicos de Galicia, obliga a una implicación del primer nivel asistencial que no se valora en su justa medida".

Ancochea: reconocimiento al rural gallego

El presidente, Julio Ancochea, reflexiona sobre la concesión de este premio que "Asomega no vivió la anterior pandemia de la mal llamada 'gripe española', pero sí está viviendo intensamente la cruel pandemia de la Covid-19 y este premio es un reconocimiento a ese trabajo oscuro, silencioso, cotidiano, de los que se están dejando la piel y salvando vidas. Una mirada a la Atención Primaria gallega, también a ese mundo del rural que pasa desapercibido".

En su opinión, "Pilar Rodríguez Ledo es un referente" y lo argumenta explicando el trabajo que está llevando a cabo de aglutinar a 21 sociedades científicas para el desarrollo de una guía clínica sobre Long Covid.

"Asomega, orgullosa de su historia, no es ajena al tremendo drama que estamos viviendo y por eso es pertinente que este premio se dirija a la Atención Primaria, dignísimamente representada por ella", asegura.

Pilar Rodríguez Ledo junto al presidente de honor de Asomega, Aniceto Charro

Pilar Rodríguez Ledo moderó una de las mesas del I Encontro Mundial de Médicos Galegos. En la foto, junto al presidente de honor de Asomega, Aniceto Charro.

 

La sólida trayectoria de Pilar Rodríguez Ledo

La SEMG, que avalaba su candidatura al Premio Nóvoa Santos, destaca su amplio conocimiento profesional desde distintos ámbitos del sistema sanitario. "Ha desarrollado su labor profesional en Galicia implicándose con la comunidad", trabajando tanto en Medicina Rural como en Atención Primaria urbana, y con experiencia también en gestión.

Desde un punto de vista académico recuerda que Pilar Rodríguez Ledo fue coordinadora del Máster de la USC sobre "Atención al paciente crónico, al envejecimiento y a la dependencia", formó parte del Consejo de dirección de la Cátedra Medicina de Familia USC-SEMG y codirigió la cátedra de patrocinio de Educación Médica USC-SEMG.

En el ámbito de la investigación destaca que fue representante de investigación en la gerencia de AP, participó en la creación del grupo de investigación de la SEMG en 2004 y en las primeras redes de investigación RETICS de Neurovascular en 2012. Además, fue impulsora del proyecto de laboratorios de investigación FIDI-HULA y vicepresidenta del Comité de Ética de investigación de Santiago-Lugo desde su creación en 2014 hasta que en diciembre de 2020 pasó a presidirlo. 

A punto de fallarse el Nóvoa Santos de este año

La Junta Directiva de Asomega tiene convocada una reunión para este jueves, 15 de abril, cuyo principal punto en el orden del día será determinar el ganador de la XXII edición del Premio Nóvoa Santos.

El Comité Científico de la asociación, integrado por los tres vicepresidentes -Inmaculada Ramos, Francisco García Río y José María Eiros- expondrá su dictamen una vez analizadas las candidaturas presentadas. En función de ello se producirá la votación de la Junta Directiva, cuya decisión no admite reclamación ni recurso, según las condiciones de la convocatoria.

Esta edición, que cuenta con la colaboración de Roche, presenta importantes particularidades respecto a las anteriores. La más significativa se refiere al reparto de los 12.000 euros que acompañan al galardón:

- el 50% de esa cantidad es para el ganador
- un 25% se destinará a financiar un proyecto de investigación desarrollado por nuevos investigadores gallegos que será designado por el ganador o como ayuda inicial para la realización de una tesis doctoral dirigida por el ganador
- el 25% restante estará vinculado a la iniciativa Asomega Axuda: según criterio del galardonado, el importe se destinará a apoyar acciones o proyectos de instituciones sin ánimo de lucro o asociaciones que favorezcan a los más necesitados y Promover la humanización en el entorno de la Comunidad Autónoma de Galicia.

EDICIÓN IRREMEDIABLEMENTE MARCADA POR LA PANDEMIA

Como ha sucedido en todos los órdenes y a todos los niveles, la pandemia por coronavirus también ha afectado al normal desarrollo de este prestigioso premio que entrega Asomega. De hecho, la entrega del último, del que fue merecedor José Ramón González Juanatey, se remonta a junio de 2019.

Precisamente la profunda crisis sanitaria que hemos vivido en el último año hace más necesarias iniciativas de este tipo. Cabe recordar las palabras del presidente, Julio Ancochea, cuando se presentó la convocatoria del premio, allá por el mes de diciembre. Insistía en el interés de la asociación por impulsar una nueva edición precisamente por las difíciles circunstancias sobrevenidas a causa de la pandemia: “La tormenta que ha supuesto el coronavirus ha puesto en primera línea la necesidad de contar con un impulso científico constante, vigoroso. Con el XXII Premio Nóvoa Santos, Asomega quiere contribuir a que la ciencia y la investigación se consideren prioritarias”.

Afirmaba que la Covid-19 está dejando patente el papel central de los científicos como aportadores de soluciones, y mostraba su deseo de que convocatorias como la del Nóvoa Santos ayuden a dignificar su labor y a reivindicar que “la ciencia es clave para conquistar el futuro“.

“Academia Asomega dará más presencia a la asociación dentro y fuera de Galicia”

Potenciar Asomega en Galicia, definir sus relaciones con otras instituciones gallegas, actuar como comité científico, asesorar a la Junta Directiva y al presidente. En cuatro pinceladas, estos son los fines inmediatos para los que nace Academia Asomega, uno de los proyectos más ambiciosos y con mayor contenido estratégico de la entidad. Su alcance obliga a que quien tome las riendas sea un profesional gallego de primer orden, de prestigio más que reconocido y con solvencia científica e institucional. La persona elegida por la Junta Directiva para hacerse cargo de ello es Rafael López, que ha aceptado el reto ilusionado por que Asomega se convierta en palanca para el diálogo, la comunicación entre médicos gallegos de todo el mundo y el intercambio de conocimiento

Jefe del Servicio de Oncología Médica del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, Rafael López dirige además el Grupo de Oncología Médica Traslacional de Oncomet, y es socio fundador de la empresa Nasasbiotech. Sus intereses de investigación se centran en la biopsia líquida y el estudio de las células tumorales circulantes (CTC), así como en la implementación de tecnologías punta en diagnósticos clínicos como CellSearch (Veridex) y BEAMing (Sysmex).

En esta entrevista Rafael López nos esboza las líneas maestras de lo que empieza a ser ya una realidad: Academia Asomega.

Rafael López participó en el acto de conmemoración del 25º aniversario de Asomega

Rafael López participó en el acto de conmemoración del 25º aniversario de Asomega

¿Cómo definiría el propósito de Academia Asomega?
La Academia Asomega fue una decisión estratégica de la Junta Directiva y del presidente de Asomega, que se marcó unos objetivos dentro de un plan de renovación y actualización de toda la asociación.

¿Por qué se decidió a aceptar el ofrecimiento de Julio Ancochea y de la Junta Directiva de Asomega para hacerse cargo del proyecto?
Primero porque Julio es muy persuasivo. Aparte, siempre me sonó bien, vi con buenos ojos una asociación de médicos gallegos. Porque primero soy médico y me gusta como médico gallego poner en valor todas las cosas importantes de la medicina gallega interior y exterior, es decir, los médicos que estamos aquí y los médicos que están fuera.

¿Que va a aportar la Academia Asomega para hacer más atractiva la oferta de la asociación a los médicos gallegos?
Una de las de misiones de la Academia es fortalecer Asomega dentro de Galicia y entre los médicos. Las líneas estratégicas que yo intuyo, porque primero hay que constituir la Academia y establecer esos principios, pasan por tener una comunicación fluida con otros colegas, lo que nos va a enriquecer mucho. Si además somos colegas gallegos y ellos están en otros hospitales, otros centros de salud, otros sistemas, seguro que podemos sacarle mucho partido. Al final el objetivo es que los gallegos, así como todo el mundo, tengamos la mejor sanidad posible.

Todas las iniciativas que sean para el diálogo y para compartir conocimiento bienvenidas sean: sociedades médicas, academias científicas, etc.
Evidentemente. En un proceso de comunicación hay una parte de comunicación formal y otra no tan estructurada de la que se saca mucha información y que es muy enriquecedora. Puedo llamar a un colega y preguntarle cómo hacen en su hospital, o comentarle en un congreso científico. Pero con un vínculo como el que representa Asomega resultará mucho más fácil.

¿Qué objetivos se planteará la Academia a corto y medio plazo?
Primero, potenciar y promocionar Asomega en Galicia y ayudar a la Junta Directiva y al presidente en todo lo que le podamos servir, fundamentalmente como consultores. También establecer un trabajo institucional como representantes de Asomega dentro de las instituciones gallegas, del Gobierno, del Parlamento, de los colegios de médicos, de las de las Academias y otras academias de Galicia.

Los médicos tenemos muchas obligaciones y en estos tiempos se están viendo. Una de ellas es mejorar la asistencia sanitaria de nuestra población y para ello primero tenemos que tener fuerza de conocimiento y de asociación y después, la colaboración con las instituciones, tanto públicas como privadas, para conseguir los fines. Es una parte elemental de una sociedad moderna el colaborar diferentes organismos para tener un bien común. En Galicia hay muchas instituciones, como en casi todo el mundo occidental, tenemos que intentar colaborar para conseguir ese bien común que  todos deseamos.

También está previsto que actúe como comité científico externo de la entidad. ¿Sobre qué tipo de cuestiones cree que una asociación como Asomega debe debe tener una posición explícita? 
Por ejemplo, la asamblea de Asomega necesita un apoyo científico en el que participaremos sin duda y colaboraremos por el éxito de esa reunión anual, que esperemos se pueda celebrar próximamente de forma presencial. Habrá otras iniciativas que aún están por definir y otras ya conocidas como el Premio Nóvoa Santos, becas y ayudas a la investigación. Habrá un trabajo interesante de asesoramiento científico que desarrollar.

¿Cuál será la estructura y funcionamiento de la Academia?
Va a tener un número limitado de miembros, sin que haya una cuota, entre ocho y diez médicos gallegos que estemos ejerciendo en Galicia. Vamos a intentar que haya un equilibrio entre médicos con más experiencia y más jóvenes. Evidentemente en el tema del género también se va a intentar mantener un equilibrio.  La idea es ir progresivamente incorporando gente para hacer las funciones sin que haya un plazo establecido. Ir poco a poco para a la vez que nos damos a conocer, hacer un grupo. Y básicamente sus funciones son las comentadas: órgano consultivo de la Junta y del presidente de la Junta Directiva, servir de relaciones institucionales en Galicia y a veces asumir las funciones de representar a Asomega en Galicia. Nos reuniremos dos o tres veces al año o siempre que sea necesario si hay algún tema importante.

¿Qué expectativas personales tiene Rafael López ante la experiencia?
A mí me gustaría cumplir los objetivos dichos, que Asomega crezca, se modernice y tenga más presencia en Galicia sin dejar de tener presencia y fuerza fuera. Que los médicos gallegos que tenemos unos vínculos comunes tengamos una comunicación más fluida para mejorar estos aspectos.

Usted participó activamente en el I Encontro Mundial de Médicos Galegos. ¿Qué expectativas tiene de cara a la segunda edición, que se prevé celebrar en 2022?
Los objetivos del próximo encuentro deberían ser tres: fomentar la multidisciplinariedad y poner de manifiesto esta característica de la medicina moderna; atraer a los jóvenes, tenemos que ser suficientemente atractivos para que los jóvenes se den cuenta de que una asociación de médicos gallegos puede ser importante para su desarrollo personal, pero sobre todo para poner de manifiesto la calidad de la medicina gallega; y el tercer objetivo es implicar un poco más a los gallegos en el desarrollo del encuentro y que tenga una repercusión social. No es tan importante poner el último descubrimiento científico, sino poner de manifiesto a la sociedad gallega que hay unos profesionales que se siguen formando y que siguen intentando mejorar la salud de los gallegos y de los no gallegos. Esta es la ventaja del Encontro Mundial.

"Atrévete, no te limites", el consejo de Marisol Soengas a jóvenes investigadores

Marisol Soengas, responsable del Grupo de Melanoma del CNIO y vicepresidenta de ASEICA, no es mujer de dejar charcos sin pisar en los terrenos que son de su interés. De hecho, se define por la pasión con que explica los múltiples asuntos en los que se involucra y se compromete de manera siempre activa, siempre ambiciosa y siempre buscando, como ella misma dice, "ir más allá".

La defensa del papel del investigador, la búsqueda de las mejores condiciones para que desarrolle su trabajo, la reivindicación del papel femenino en la ciencia en igualdad real y sin paternalismos,  la apuesta por la excelencia investigadora... son algunos de esos charcos en los que demuestra su capacidad de implicación y su contagioso entusiasmo. Cualidades que también aplica a su propia galleguidad, de la que esta pontevedresa de Agolada dice presumir siempre que tiene ocasión.

 

 

SUMARIO
· TRAYECTORIA: BIOLOGÍA Y A CORUÑA
· LA EXPERIENCIA CON MARGARITA SALAS
· TRES LECCIONES DE SU PASO POR EEUU
· CNIO Y EL TRABAJO INVESTIGADOR
· LA CIENCIA, EN PRIMERA LÍNEA POR LA PANDEMIA
· MUJER: MÁS PATERNALISMO QUE DISCRIMINACIÓN
· “CONÓCELAS”, INICIATIVA DE ASEICA MUJER

 

TRAYECTORIA: Biología y A Coruña

¿Qué relación mantiene hoy con Galicia, la visita a menudo?
Hay dos sitios obligados a los que siempre voy a Galicia: donde viven mis padres, que es una aldea pequeñita entre la provincia de Lugo y Pontevedra. Se llama Fonfría, en el Concello de Antas de Ulla, allí pasábamos todos los veranos y eso marcó un poco mi carácter.

El otro sitio es A Coruña, donde estudié. Tengo muchos amigos y me considero muy coruñesa. Me gusta descubrir sitios nuevos, por ejemplo antes del confinamiento redescubrimos a Costa da Morte, pero si tengo poco tiempo y hay que elegir, me quedo con Coruña, esas puestas de sol desde O Portiño, La Ventana al Mar… precioso. Siempre presumo mucho de gallega.

¿Por qué se decantó por la biología molecular?
Siempre he querido ser científica, desde muy pequeña. Empecé Biología en A Coruña, que en aquel momento era colegio universitario. Luego me enteré de que había un Centro de Biología Molecular en Madrid y me dije: tengo que trasladar el expediente. No me arrepiento porque me ha permitido tener una formación para hacer investigación con un conocimiento muy amplio. Quizás podría haber estudiado también farmacia o medicina, pero en definitiva estoy contenta siendo investigadora y no me cambiaría por otra cosa.

Y de su paso por la Universidad de A Coruña ¿qué recuerdos tiene?
Muy buenos. La profesora que más recuerdo es Esperanza Cerdán, a la que he visto muchas veces después. Era la profesora de Bioquímica, que fue para mí el gran descubrimiento. Ella me ofreció empezar en el laboratorio, una oportunidad que me gustó muchísimo porque me dio libertad, me encargaba experimentos y me dejaba sola, lo que me parecía fantástico. Y luego ya me comentó que si iba Madrid estaba el grupo de Margarita Salas, en el que me integré en cuarto y quinto.

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LA EXPERIENCIA CON MARGARITA SALAS

¿Cómo fue trabajar con Margarita Salas?
Nos ha marcado a los que hemos pasado por ahí porque fue una pionera en la biología molecular en España. Lo que nos marcó muchísimo a todos, sobre todo a las mujeres de su grupo, fue el hecho de la normalidad: Margarita nos trataba de la misma manera a los hombres y a las mujeres. Nos enteramos mucho después que se le había discriminado por ser mujer, sobre todo en las fases iniciales de su carrera, pero cuando estábamos allí era simplemente una jefa que organizaba muy bien el laboratorio. Todo el mundo estaba supervisado y se nos exigía a todos por igual. Para ella lo importante eran los datos y estar absolutamente seguro de que lo que ibas encontrando era realmente reproducible y fiable.

Para “los margaritos”, que así nos llamábamos, era una marca de la casa este gusto por el trabajo bien hecho. Íbamos al detalle y se nos enseñaba a presentar los datos y a comunicarlos con gran cuidado. Eso me ha ayudado mucho después.

Y quién se sorprendía más de ese trato trató tan igual que daba a todo el mundo, ¿los chicos o las chicas?
Todos por igual. Éramos todos gente con muy buenas notas, la mayoría había trasladado los expedientes de otras universidades por lo que realmente queríamos estar allí. Teníamos una cierta ambición e interés y nunca me sentí tratada diferente por ser una mujer. Ni entre nosotros ni por parte de Margarita.

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LECCIONES DE SU PASO POR EEUU

¿Hasta qué punto le marcó su experiencia en EEUU?
Fue fantástica. Cuando empecé a hacer la tesis ya me quería ir porque mis compañeros lo hacían, era algo natural para nosotros. Me fui a hacer el postdoctoral al grupo de Scott Lowe en el Cold Spring Harbor Laboratory de Nueva York. El laboratorio era pequeño, estaba empezando y era un grupo muy prometedor que estaba estudiando cáncer, intentando entender qué mecanismos determinan que las células del cáncer sobrevivan y resistan al tratamiento.

Si me tengo que quedar con lecciones de vida de Estados Unidos una es lo que decía mi jefe: la pregunta, la pregunta es muy importante, el Big Picture: si te haces una pregunta aburrida vas a tener una respuesta aburrida. Abogaba por la ambición y por ir más allá. Decía que hay cosas que las puede hacer cualquiera y exigía que propusiera algo que llamara su atención. Aprendí también lo importante que son las conexiones y la red de contactos. En ciencia es muy importante lo que haces, pero también lo que cuentas, cómo lo cuentas y a quién se lo cuentas. Tienes que ir en los congresos presentándote, hablando con gente y haciendo que te conozcan los editores de las revistas, que te conozcan hasta tus competidores.

En resumen, ¿qué aprendí? A no tener miedo, a pensar bien las preguntas que haces, ser ambicioso en ese sentido, y que no puedes trabajar en aislamiento.

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CNIO Y EL TRABAJO INVESTIGADOR

Dirige el Grupo de Melanoma del CNIO. ¿En qué proyectos se hayan inmersos?
Ahora estamos en una fase muy buena. Nos interesa el melanoma, que es la forma más agresiva de cáncer de piel y nos interesa entender cómo se inicia, pero sobre todo lo que llamamos el código de barras. ¿Qué define al melanoma y lo distingue de otros tipos tumorales? Una de las características que lo distingue es la capacidad de diseminación. Digamos que las células escapan y se mueven, invaden y acaban colonizando distintos órganos. Y eso lo hacen desde fases iniciales, desde lesiones muy finitas de poco más de un milímetro. En nuestro grupo lo que nos interesa es entender por qué estas células de melanoma tienen esa capacidad de metástasis.

También nos interesa visualizarlas para intervenir cuanto antes. Hemos desarrollado compuestos que ahora están en manos de una compañía biofarmacéutica y están probándose en pacientes. Es una ilusión pasar de resultados que se dan en un laboratorio a un desarrollo. Estamos contentos porque hemos desarrollado unos modelos experimentales que son únicos y nos permiten ver cómo se desarrolla el melanoma. Emiten luz de una forma muy particular, es como encender y apagar. Se encienden cuando se inicia la metástasis y se apaga cuando los tratamos y responden.

Además el año pasado nos concedieron uno de los proyectos europeos más competitivos, el European Research Council, lo que te permite ya otro tipo de trabajo mucho más ambicioso. Como decía antes, ir al ‘big picture’, más allá de la célula tumoral y estudiar el tumor, pero en vivo, en todo el paciente con muchas muestras y numerosas colaboraciones con hospitales.

Marisol Soengas con su equipo de Melanoma del CNIO

Marisol Soengas con su equipo de Melanoma del CNIO en una imagen pre pandemia / CNIO

 
Nos relataba antes su experiencia en EEUU. ¿Trabajar fuera es una experiencia necesaria para cualquier investigador?
Yo lo recomiendo siempre, aunque depende de a dónde quiera llegar cada uno. Si tu objetivo es tener alta responsabilidad en ciencia o en cualquier otro aspecto relacionado con la trayectoria científica no te voy a decir que es imprescindible, pero casi. Pero también es conveniente por una cuestión personal, por aprender, exponerte a otras culturas y otras formas de trabajar.

El problema no es salir sino volver los que quieran hacerlo, además de atraer talento extranjero. Formamos a muy buenos estudiantes, chicos y chicas, hombres y mujeres. De hecho, los españoles consiguen becas para irse fuera porque tienen una formación muy buena. Pero esto funciona en una sola dirección. Necesitaríamos poder incorporar gente de otros sitios pero es muy complicado con la financiación que tenemos, con la inestabilidad actual que nos hace no poder ofrecer un pack competitivo en inicio.

¿Recuperar a los que quieren volver sería el primer paso para atraer a otros talentos?
Hay que pensar en recuperar talento y atraer talento, las dos cosas. En el CNIO lo que se prima es la excelencia, sea de donde sea: no se va a contratar a alguien por ser español, pero tampoco se va a dejar de contratar por ser extranjero.

El sistema de investigación, la política científica, tiene que ser una política de estabilidad que permita una carrera profesional, una progresión. En el CNIO, por ejemplo, no se aprueba un examen y ya tienes la plaza para toda la vida. A nosotros se nos evalúa cada cinco años. Tiene la contrapartida de que las condiciones son mejores. Se trata de tener unas reglas bien definidas, que se sepa lo que se espera en cada momento de cada uno y luego exigir responsabilidad y resultados. 

Esta organización peculiar ¿les libera del corsé que impone la Administración a la hora de recibir fondos?
Lo facilita más, pero no es la solución. Tenemos una cierta flexibilidad a la hora de contratar personal y reorientar nuestros proyectos, pero estamos dentro del Sistema Nacional de Investigación y también tenemos limitaciones burocráticas. Desde la Asociación Española de Investigación contra el Cáncer (ASEICA) ponemos el acento en la mejora de las condiciones de investigación para los jóvenes, sobre todo, pero también en la mejora de la infraestructura y en la reducción de la burocracia en general.

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LA CIENCIA, EN PRIMERA LÍNEA POR LA PANDEMIA

¿Cómo se va a dibujar el panorama de la ciencia en la sociedad tras la pandemia?
Creo que nunca se ha hablado tanto de ciencia como ahora. Nunca se ha hablado tanto ni por parte de los políticos, ni por parte de las personas afectadas y la sociedad en general. Desde ASEICA, de la que soy vicepresidenta, esperamos que la apelación constante a la ciencia por parte de los políticos no sea solo palabras. Necesitamos unos presupuestos y una dotación a medio plazo que sea competitiva. Creo que se está intentando y es verdad que se han hecho esfuerzos, sobre todo en áreas relacionadas con Covid. Pero nosotros trabajamos con cáncer. Los pacientes necesitan diagnosticarse, necesitan tratarse y necesitan seguir toda su progresión. Esperamos que, también por presión social, se dedique esfuerzo, fondos e infraestructura de una forma seria y que pasemos del 1,2% del PIB a más del 2% que es lo que en otros países europeos se dedica a investigación.

Eso a nivel político, pero ¿cómo percibe la sociedad el trabajo científico?
A nivel social la pandemia ha revelado que la gente entiende que la ciencia es importante pero también que tiene sus plazos. Ha habido un cierto resquemor o desconfianza, porque algunas investigaciones han ido aparentemente muy rápido. Pero esto no ha sido porque sí, no se han saltado pasos. Lo que ha ocurrido es que hay países que ya habían invertido, que ya tenían la infraestructura, que ya tenían el material y con grandes dotaciones de presupuestarias han avanzado más rápido. Se han podido hacer ensayos clínicos con miles de pacientes a la vez, porque ha habido muchos hospitales colaborando. Esto es importante: cuando quieres respuestas rápidas tienes que invertir. Si no, lleva su tiempo.

¿Cómo se ve desde ASEICA el Plan de Apoyo a la Investigación del Ministerio de Ciencia?
El Ministerio ha pasado por estrategias, plan, pacto… distintas formulaciones de un objetivo que por supuesto es importante. Se trata de impulsar la investigación, aumentar la dotación presupuestaria e incluso tener planes de desarrollo de la carrera investigadora. Claro que estamos de acuerdo, pero el problema es la letra pequeña de  cómo se va a hacer y cuándo. 

En este momento hay muchos problemas sobre todo en la investigación más básica y traslacional, pues los proyectos han sido muy irregulares en las convocatorias. En este momento tenemos un gap de ocho meses porque no se convocan proyectos. Desde ASEICA conceptualmente estamos a favor, pero queremos hechos, no podemos esperar mucho más tiempo.

Marisol Soengas en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas

Marisol Soengas en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas / CNIO

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MUJER: MÁS PATERNALISMO QUE DISCRIMINACIÓN

Ha desarrollado una carrera profesional notable logrando reconocimiento en un entorno mayoritariamente masculino. ¿Ha experimentado mayores dificultades o condicionantes específicos para avanzar en su carrera?
Siempre lo digo: yo no me he sentido discriminada y no creo que mi carrera haya avanzado más despacio por ser mujer. Pero también digo siempre que a mí no era fácil discriminarme porque partía de muy buenas notas en la carrera y además siempre me he esforzado, pero lo hago por mi carácter, que me lleva a intentar dar un paso más. Pero sí que me he encontrado muchísimo paternalismo y no sólo en mi caso, lo veo alrededor.

¿Por qué decidieron crear ASEICA-Mujer?
En primer lugar por las cifras: sabemos desde hace décadas que hay muchas mujeres en las fases iniciales, como estudiantes predoctorales o posdoctorales, como el 60-70%, pero luego en puestos de responsabilidad hay dos o tres de cada diez. Y esto lleva siendo así desde hace treinta años o más. He visto muchas situaciones en las que mujeres con gran talento lo están teniendo muy difícil hasta el punto en que han decidido parar su carrera o desviarla hasta otros puestos de menor responsabilidad.

Desde el principio tenía claro que el lema de ASEICA-Mujer tenía que ser “Pásate a la acción”. El objetivo es preguntarnos qué podemos hacer nosotras y también nosotros. Porque en ASEICA-Mujer somos tanto hombres como mujeres: creemos que romper las barreras de cristal es algo que tenemos que hacer conjuntamente.

¿Cómo se pueden romper esas barreras de cristal?
Se puede abordar desde el nivel administrativo, intentando cambiar las políticas científicas, pero también a título asociativo. Desde ASEICA-Mujer llevamos algo más de tres años en los que hemos organizado talleres y cursos, sobre todo de liderazgo y de comunicación porque nos parece que es un punto que tenemos que trabajar todas las mujeres. Nos parecía muy importante también el concepto de network, de interacción y mentorización. Tenemos un programa de mentorazgo que se llama “ASEICA4you”, que intenta favorecer el desarrollo profesional de las mujeres y también los hombres en el campo de la investigación en cáncer.

Otro objetivo es dar visibilidad a las mujeres. Cada vez que vemos una mujer que consigue un proyecto, que le hayan concedido una beca, que tenga una publicación, intentamos visibilizarlo. Nuestro lema global, además de “Pásate a la acción”, es “Yo puedo, tú puedes”. Parte de decir: convéncete, atrévete y que no te dé miedo enfrentarte a retos. Pero el “tú puedes” incluye ayudar a los demás, intenta también ser mentor o sponsor.

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“CONÓCELAS”, INICIATIVA DE ASEICA MUJER

Recientemente han celebrado la campaña “CONÓCELAS”, que ha tenido gran repercusión.
Es lo más emocionante en lo que me he visto involucrada y una de mis grandes alegrías. Se trataba de acercar a las mujeres investigadoras a los colegios, institutos y a la universidad. Pero tanto a los niños como a las niñas, porque nos parecía importante que nos conocieran todos. El hecho de que aprendan cómo somos va a servir a la larga para reducir barreras de género

Tuvimos 6.500 alumnas y alumnos conectados y 150 investigadoras. Pudimos ver, dependiendo de la edad, lo que les interesa y cómo perciben a las investigadoras. Las pequeñas, por ejemplo, vieron a la científica en su bata, pero también descubrieron a unas mujeres con hobbies, algunas aparecían saltando en paracaídas, otras escalando… A las adolescentes les gustó muchísimo esa fase de detrás de la bata, decían “sois interesantes, cuántas cosas hacéis fuera del laboratorio, y viajáis…”. Un concepto de la ciencia como algo realmente interesante. Las más mayores, las de universidad, ya tenían otras preguntas de cómo hacer, qué becas, qué proyectos y les gustaba mucho ver el ejemplo de mujeres que lo han conseguido.

¿Qué ha aprendido de la experiencia, qué conclusiones han sacado?
Lo que hemos aprendido es que cada nivel tiene unos intereses y unas percepciones" diferentes de las mujeres científicas. Y también, en la organización, he aprendido a delegar y a confiar. Eran 150 investigadoras hablando simultáneamente a otras tantas aulas y no se podía estar en todo, les dimos unas pautas pero cada una fue independiente. Al final hemos visto la ilusión que hay por parte de los de los estudiantes, pero también el sentimiento de equipo que se montó alrededor de la iniciativa y eso fue fantástico. Que te digan "estoy orgullosa de ser una investigadora de ASEICA y de participar en esta actividad" no tiene precio.

Buena parte de las dificultades de las mujeres en lo profesional están relacionadas con la conciliación. ¿Son conscientes los más jóvenes de ello?
Los pequeños viven de la curiosidad total y ni se les pasa por la cabeza el tema de la conciliación. Incluso las adolescentes, poco o nada. Tenemos que trabajar mucho con las estudiantes que están en la universidad y las jefas jóvenes. Ahí es donde hay que trabajar aspectos de conciliación, de compartir con la pareja. Para mí es algo tan natural... Yo no aceptaría otra cosa, porque una pareja te puede ayudar o ser un freno.

A tenor de esta experiencia, ¿qué consejo daría a potenciales científicas que no suene paternalista ni condescendiente?
Mi mensaje siempre es igual para los niños que para las niñas: para mí lo más importante es que se atrevan y que no se limiten. Uno no nace siendo científico, vas aprendiendo y lo que es muy importante, si la primera vez no te sale, pues inténtalo otra vez. Esta situación de pandemia tiene ventajas como que se puede invitar a gente relevante a dar charlas online. Mi recomendación siempre es "no os limitéis, atreveos, a lo mejor no lo conseguís a la primera, pero la segunda, si insistís, probablemente lo consigáis. Las cosas no ocurren porque sí, hay que dar un primer paso y hay que dar el segundo paso".

Participa además en el Grupo de mujeres influyentes de Galicia.
Surgió de una forma bastante informal. Parte de una iniciativa más general de toda España de mujeres influyentes en distintas comunidades autónomas. La mayor parte no estamos en Galicia y el objetivo es unir esfuerzos para dar visibilidad a todo el talento en Galicia y servir para impulsar el desarrollo profesional de mujeres en Galicia.

Participo también en otra iniciativa fantástica que es Executivas de Galicia, una de los grandes referentes de cómo la unión hace la fuerza en el contexto de mujeres. La presidenta es Carla Reyes Uschinsky, que desde Galicia está haciendo un trabajo fantástico a todos los niveles.

Otro grupo en el que también participo es el de Científicas de Galicia, que se está organizando ahora, tienen un programa de radio, “La Ciencia es Femenino”.

¿Cómo puede con tanta actividad?
Si pierdes la ilusión por hacer por tu trabajo es una pena. Yo tengo la suerte de que me dedico a la profesión que me gusta. Probablemente podría tener una vida mucho más relajada si me dedicara a otra cosa. Pero, por ejemplo, que mis estudiantes me traigan los resultados, me digan “mira lo que me he encontrado” y propongan experimentos, me compensa todo.

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