Jefa de Neurología del Chuac y responsable del Grupo de Investigación de Neurología Clínica y Traslacional del Inibic, Mar Castellanos dirige desde hace poco más de un año el Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña, galardonado con la Insignia de Oro 2022 de Asomega junto a los otros dos institutos de investigación sanitaria gallegos.
Autora de numerosas publicaciones científicas, y coordinadora hasta el pasado mes de noviembre del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (SEN), hace bandera de la defensa del investigador, de sus condiciones laborales y reconocimiento.
Mar Castellanos, directora científica del Inibic
Usted es gallega de Salamanca, donde estudió Medicina y luego tuvo un periplo catalán (Hospital Dr. Josep Trueta de Girona y Universidad Autónoma de Barcelona). ¿Cómo acabó en Coruña?
Bueno, el periplo catalán fue algo más que un periplo porque en Cataluña me formé como neuróloga, realicé mi doctorado y obtuve mi plaza como especialista en Neurología, en un período de casi 15 años (en medio hice también una incursión de casi 2 años en Estados Unidos para completar mi formación dentro de la patología vascular cerebral).
Desde el inicio de mi formación y gracias a la relación de amistad y profesional que mantenían el jefe de servicio de Neurología del Hospital Dr. Josep Trueta con el Dr. Castillo, del Servicio de Neurología del Complejo Hospitalario de Santiago de Compostela (CHUS), yo ya tuve mucha relación con Galicia porque siendo residente de Neurología realicé estancias en el laboratorio de Investigación neurovascular del CHUS, con el que colaborábamos en numerosos proyectos de investigación que llevábamos a cabo entre ambos servicios.
Por esas cosas que a veces pasan en la vida, yo estaba planteándome un posible cambio en mi actividad profesional y me contactaron desde la gerencia del hospital en que actualmente trabajo para comentarme que estaban buscando una persona que pudiera ejercer la jefatura de servicio de Neurología. En aquel momento, el hospital no tenía todavía implementada la Unidad de Ictus ni se había consolidado como centro terciario, algo que querían lograr y para lo que habían pensado que yo podría ser de utilidad. El proyecto me pareció muy estimulante porque me permitía seguir creciendo profesionalmente como neuróloga.
Además el hospital tenía también un Instituto de Investigación que acababa de recibir la acreditación del Instituto de Salud Carlos III, lo que me permitía seguir mi actividad investigadora cercana al centro con el que ya llevaba colaborando años en proyectos de investigación. Mi familia estuvo de acuerdo en embarcarnos en este proyecto y aquí estamos.
¿Cómo definiría su experiencia al frente del Inibic hasta el momento? ¿Qué es lo que más le sorprendió al hacerse cargo de esta responsabilidad?
La experiencia en este primer año ha sido una mezcla de miedo e inseguridad, pero también de satisfacción y aprendizaje continuo. Dirigir un Instituto de Investigación es una tarea complicada porque supone gestionar muchas personas con un claro punto en común, la investigación, pero con intereses y perfiles muy diversos. La cantidad de información que se tiene que manejar para hacer esta tarea de forma adecuada es enorme y se necesita tiempo para asentar toda esta información y poder aplicarla posteriormente al propio crecimiento del Instituto. En este sentido, he tenido la suerte de tener todo el apoyo del personal de la Fundación Profesor Novoa Santos, que se encarga de la gestión del Instituto, para hacer mucho más fácil esta tarea.
¿La dirección científica le deja tiempo para seguir desarrollando su propia labor investigadora?
La dirección científica, indudablemente, requiere tiempo que tiene que salir de algún sitio y, desde luego, se tiene menos tiempo para desarrollar la propia labor investigadora, pero especialmente otras labores. El tiempo libre del que se dispone pasa a ser mucho menor y los que más “sufren” este reparto necesario son los familiares cercanos, a los que se dedica también claramente menos tiempo.
¿Cuáles son actualmente las líneas de investigación principales del instituto?
El Inibic tiene actualmente seis grandes áreas dentro de las cuales se enmarca la investigación que se lleva a cabo:
- Envejecimiento, inflamación y medicina regenerativa.
- Enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
- Neurociencias, Oncología y Hematología.
- Tecnologías de la Salud, Informática Biomédica y Telemedicina.
- Genética, Microbiología y Medicina Molecular.
- Salud Poblacional y Cuidados sanitarios.
Es de destacar que el Inibic cuenta con un Centro Tecnológico de Formación que dispone de una Unidad de Cirugía Experimental en el que realizan parte de su formación numerosos facultativos del hospital, una Unidad de Apolo a la Investigación y plataformas de proteómica, histomorfología, genómica e Impresión 3D además de un biobanco acreditado para el manejo de muestras biológicas.
¿Qué diferencia al Inibic de otros institutos de investigación sanitaria, de Galicia y de fuera?
Si tuviera que mencionar factores diferenciadores incluiría nuestro Centro Tecnológico de Formación en el que, como he comentado anteriormente, reciben formación numerosos facultativos del hospital. Mencionaría también nuestra Plataforma de Impresión 3D, plataforma que está acreditada y para la que disponemos de Licencia de Funcionamiento de Fabricantes de Producto Sanitario A Medida, concedida por la Consejería de Sanidad de Galicia. Disponemos también de una Unidad de Ensayos Clínicos en Fase 1. Finalmente, mencionar que estamos acabando de implementar un biomódulo de barrera para experimentación en modelo animal con modificación genética y hace escasamente 6 meses hemos conseguido la financiación para la implementación de una Plataforma de imagen multimodal, ecografía de ultraalta frecuencia y luminiscencia que nos va a permitir visualizar de forma directa los resultados de nuestra investigación in vivo, factor muy importante a la hora de trasladar los resultados que se obtienen en el laboratorio a los pacientes.
El de los institutos de investigación sanitaria ha demostrado ser un modelo de éxito en toda España. Pese a su buen rendimiento, ¿en qué aspectos cree que hay mayor margen de mejora?
Sin lugar a dudas, los Institutos han sido un modelo de éxito que han tenido una gran aceptación en todos los centros del país, y quizás el margen de mejora sería, seguir avanzando en las convocatorias o ayudas a los clínicos que realizan investigación, para potenciar el perfil clínico investigador que tanto aporta a nuestro sistema.
¿Hay suficiente incentivo para la investigación para quien se dedica a la clínica? ¿Qué queda por hacer en este campo?
Lamentablemente, no. A pesar de se están llevando a cabo algunas acciones para intentar que quien se dedica a la clínica pueda a la vez hacer investigación y compaginar ambas actividades, lo cierto es que lo que ocurre en la vida real es que generalmente la investigación se hace además de la actividad clínica, habitualmente sin remuneración alguna. Es cierto que en la actualidad se está comenzando a ofrecer contratos estables a los investigadores, pero sigue sin reconocerse de forma adecuada y justa el valor de la investigación a la hora de conseguir una plaza en nuestro sistema de contratación, en base al cual sigue puntuando mucho más el tiempo trabajado que las posibles aportaciones en investigación. Lo que queda por hacer, por tanto, es conseguir que la investigación se considere de forma adecuada a la hora de realizar contrataciones y que se incentive de forma adecuada. Con la actual presión asistencial, si no conseguimos que esto cambie, en el futuro va a ser muy difícil que haya investigadores clínicos.
¿Vive la investigación un "momento dulce" tras la pandemia, al menos en cuanto a consideración social, atención, valoración de su trabajo, etc.?
En mi opinión, la pandemia puso claramente de manifiesto la importancia de realizar investigación si queremos vivir más y mejor. La población general tomó mucha conciencia de este punto porque todos experimentamos de forma muy directa y cruda lo importante que es realizar investigación y que esta pueda trasladarse de forma rápida al cuidado de los pacientes. En este sentido, es también nuestra responsabilidad enseñar a la población lo importante que es la investigación, porque cuando se le dice la respuesta suele ser muy positiva y los pacientes te lo hacen saber.
Aportemos una luz de esperanza: ¿empezamos a ser capaces no solo de retener el talento de aquí sino de atraer talento de fuera o aún nos queda mucho por hacer?
Claramente todavía queda mucho por hacer. Es muy difícil atraer talento de fuera porque los investigadores son conocedores de estos problemas en nuestro país y aunque, como comentaba, actualmente se están comenzando a ofrecer contratos estables a los investigadores, dicha estabilidad es todavía muy difícil de conseguir. Si bien es cierto que la satisfacción que genera la investigación va más allá de lo monetario, no es menos cierto que los salarios son habitualmente más elevados fuera de España, lo que claramente también es un hándicap a la hora de evitar la fuga de talento y potenciar la atracción de talento hacia nuestro país.
Coincide que las tres Direcciones Científicas de los institutos de investigación sanitaria de Galicia son ahora responsabilidad de mujeres. ¿Empieza a trasladarse la mayoritaria presencia femenina en el sector sanitario a cargos de responsabilidad?
Parece claramente que sí, al menos en Galicia. Además, las directoras de las respectivas Fundaciones que se encargan de la gestión de cada uno de los Institutos, son también mujeres. Lo cierto es que en el campo sanitario desde hace ya bastantes años existe una clara mayoría femenina y, afortunadamente, ese techo de cristal del que siempre hablamos en relación a los puestos de responsabilidad y las mujeres, va desapareciendo poco a poco.
¿Qué supone para su institución la concesión de la Insignia de Oro de Asomega?
Para nuestra institución la concesión de la Insignia de Oro de Asomega supone una enorme satisfacción, especialmente por la visibilización que se otorga a la labor de investigación biomédica. Además, es para nosotros un honor compartir este reconocimiento con los otros dos institutos de investigación biomédica en Galicia. Esta Insignia es un revulsivo para continuar haciendo lo que nos gusta, que es investigar y poder trasladar los resultados de esta investigación a los pacientes.