En el Día Internacional de la Juventud, y a tenor de las difíciles circunstancias con que la pandemia ha condicionado nuestras vidas y nuestro desarrollo profesional, cabe hacer una consideración respecto al papel de los jóvenes profesionales de la salud. La celebración de este día especial proclamado por Naciones Unidas brinda el marco perfecto para ello.
Felipe Couñago, coordinador de Asomega Nova, destaca la paradoja de que los jóvenes sean considerados clave para la construcción del futuro inmediato, más aún en un escenario post Covid-19, al tiempo que afrontan un panorama marcado por la precariedad laboral, la incertidumbre profesional y la ausencia de foros en los que participar de manera efectiva. En resumen, otros deciden sobre su futuro pero ellos no perciben que tengan voz, ni capacidad para influir, ni siquiera presencia.
"Por todo eso hemos lanzado la propuesta de Asomega Nova: el futuro se construye y se conquista desde un presente en el que, como mínimo, podamos hacernos oír, y eso es lo que aporta este grupo de trabajo", señala.
Añade que ya la formación de los sanitarios se está viendo afectada por las circunstancias: rotaciones suprimidas, limitaciones en el acceso a pacientes, menos patologías sobre las que practicar y, en el fondo, la sensación de no estar sacando todo el partido a un período clave para su formación, como se puso de manifiesto en el reciente webinar sobre residentes y tutores que organizó Asomega Nova.
Innovación juvenil para la salud
Este 12 de agosto de 2021 tiene un motivo central de celebración, expresado en el lema "Transformar los sistemas alimentarios: innovación juvenil para la salud de los seres humanos y del planeta".
Durante el Foro de la Juventud del Consejo Económico y Social de 2021, la juventud que participó planteó, entre otras cuestiones y prioridades, el impacto de la pandemia y su efecto en la salud, el medio ambiente y los sistemas alimentarios.
Respecto a lo primero, el presidente de Asomega, Julio Ancochea, considera que la juventud en general está adoptando un papel protagonista en la gestión de la pandemia: su mayor interacción social y su vacunación más tardía para dar prioridad a grupos de edad con más riesgo ha puesto el foco sobre ellos como "responsables" principales de las últimas oleadas. "Pero es de justicia no caer en generalizaciones: las lecturas más catastrofistas hablan de descontrol y falta de empatía de una juventud egocéntrica y hedonista, pero la realidad estadística indica que esas actitudes insolidarias no pueden considerarse la tónica general", señala.
Añade que la pandemia "ha interrumpido proyectos de vida y ha fulminado planes que en muchos casos serán irrecuperables pero también ha mostrado que la gente más joven es capaz de hacerse cargo de la gravedad de la situación y de responder". Y en este sentido, la reacción de los jóvenes sanitarios "ha sido ejemplar, al ponerse a disposición de un sistema que les ha exigido un esfuerzo y un sacrificio inusuales".
Sobreponerse a una situación tan determinante como una pandemia de este calibre, afrontar el imprescindible relevo generacional que pide el sistema sanitario, incorporar los retos ligados al cambio climático y seguir defendiendo un sistema sanitario basado en la calidad y la equidad son retos de calado para las nuevas generaciones. ¿Quién dudaba de que merecieran al menos un día para reflexionar sobre todo ello?