"Coordinación y equidad en la atención en zonas rurales" ha sido el título de la ponencia de Cristina Margusino en el tercer webinar organizado por Asomega Muller. Presentado por Ana Fernández Teijeiro, miembro de la Junta Directiva de Asomega, la cita ha vuelto a contar con el apoyo de GSK y PharmaMar.
La jefa de Equipo de Atención Primaria de Xinzo de Limia ha hecho una presentación plena de sentido común y conocimiento muy directo de aquello de lo que estaba hablando: la Medicina ejercida a pie de calle, viviendo junto al paciente y siendo muy consciente de su entorno familiar y social.
Margusino, que ha explicado los objetivos y pretensiones de las jornadas sociosanitarias que ha organizado en su zona -y que la hicieron merecedora de la I Beca de Medicina Rural Asomega-SEMG- señala la importancia de trabajar en planes locales de salud, viendo los déficits que hay en la comarca y tratando de poner en contacto a todos los actores implicados en el proceso asistencial. Con el fin, además, de que los recursos disponibles sean accesibles para todos.
De esa experiencia concluye que al final "todos tenemos los mismos problemas: los desplazamientos, las agendas, las listas de espera, las pruebas complementarias, no hay contratos, los residentes se nos van… pero unirnos y hablar de estos problemas e intentar mejorar es lo que nos lleva a salir adelante". Añade, tajante, que estar "todo el día quejándonos" no soluciona nada.
Lo que hace diferente (y especial) al rural
Reivindica más estabilidad laboral para que la atención en zonas rurales no se quede sin profesionales, y plantea la necesidad de poder ofrecer contratos atractivos y estables. A ello añade el trato directo con los residentes, "a los que acaban hay que escucharles, saber lo que necesitan y decirles que se puede tratar y ofrecer algo atractivo", afirma. Continuidad, formación, integrar a la gente en el equipo son las claves.
En este sentido hace especial hincapié: "Las reuniones de equipo, tomar el café juntos, socializar es muy importante para nosotros. En un centro de salud urbano con 30 médicos a veces ni te ves, aquí nos relacionamos. Ahora estamos retomando las sesiones clínicas y todo tenemos que hacerlo juntos para mejorar".
A esta dimensión distinta y definitoria de la atención en el entorno rural añade Cristina Margusino otra: "Trabajar en el medio rural es diferente porque tratas a tus pacientes que son también vecinos y esto puede condicionar la relación asistencial. A veces entran al centro de salud a saludar, a traer unas flores o, ya que no estás facendo nada, tómame la tensión", dice.
Se da, por tanto, una cercanía y un conocimiento de sus circunstancias implanteable en otros entornos. Pero, al mismo tiempo, hay menos accesibilidad al nivel secundario de asistencia. Eso lleva a que el perfil profesional de los médicos y enfermeros sea de lo más amplio y que las experiencias a las que se enfrenten les pongan en una situación de constante aprendizaje.
"He aprendido a hacer Medicina con mis pacientes y con sus familias, que nos dan lecciones de vida todos los días y esto engancha porque, además, tengo la suerte de tener un equipo maravilloso", asevera.