La cooperación con las zonas menos favorecidas es una obligación moral del mundo desarrollado. El envío de ayuda resulta clave para propiciar avances e impulsar las posibilidades de transformación. Pero para que esa ayuda sea eficaz y productiva tiene que estar organizada.
De eso sabe, y mucho, la Fundación Recover, que lleva desde 2007 apoyando el desarrollo de los sistemas sanitarios de países del África subsahariana con una idea clara: lo material es importante, pero lo decisivo es el estudio de las necesidades reales, la capacitación de los profesionales de la zona y la visión a medio y largo plazo.
La fundación, con la que Asomega Axuda acaba de llegar a un acuerdo de colaboración, tiene su sede en Madrid y oficina en Camerún. Su directora general es Marta Marañón que, con más de 20 años de experiencia en el tercer sector, nos ofrece una visión sosegada y certera de lo que supone impulsar proyectos con vocación de continuidad. Y abre la puerta a los profesionales que quieran asomarse al mundo de la cooperación como voluntarios, sea con acciones sobre el terreno, con participación en su plataforma online de consulta y formación o acogiendo en sus centros a enfermos de especial complejidad que vienen a tratarse en España.
Para muchos europeos, me temo que una mayoría, hablar de África es referirse a un ente homogéneo, caótico, inabarcable en sus dimensiones e imposible de organizar. Tan cerca y tan lejos al mismo tiempo... ¿Qué es África para la Fundación Recover?
África es el corazón de Fundación Recover, además, de su razón de ser. La Fundación Recover, Hospitales para África (ese es el nombre completo) fue creada por Víctor Madera y un grupo de profesionales, la mayoría vinculados al ámbito sanitario, en 2007, con el fin de realizar cooperación sanitaria en África. El presidente de Fundación Recover es también el presidente de Quirónsalud, aunque nuestra organización es independiente del grupo hospitalario, por lo que no es una fundación corporativa. La idea que subyace a nuestra misión es: si mejoran los centros de salud y las competencias de los profesionales de África, millones de personas con pocos recursos podrán beneficiarse de una atención más digna y de calidad.
Recover comenzó apoyando a un centro de salud de Camerún que estaba en un garaje y pertenecía a una congregación religiosa. Hoy se ha convertido en un hospital de referencia y atiende a más de 5.000 pacientes al mes ofreciendo distintos servicios. Durante muchos años, Fundación Recover contribuyó a equiparlo y a fortalecer las capacidades de su personal.
Camerún, Costa de Marfil, Benín son sus focos prioritarios de atención. También Ghana, Chad, Uganda, Burundi, Tanzania, Guinea Ecuatorial, etc. ¿Por qué esos países?
De los 20 países que tienen un menor desarrollo humano, según el índice de Naciones Unidas, 19 están en África Subsahariana. En Camerún sigue estando más del 60% de los centros con los que colabora Recover y tenemos oficina y equipo propio con personal local. Nuestro trabajo ha llegado, además, a otros 15 países a través no solo del refuerzo de infraestructuras y equipamientos de los centros de salud, sino también de campañas formativas, de la telemedicina y/o del esfuerzo por derivar a pacientes que no tienen alternativa en sus países de origen para que puedan ser operados en España.
¿Cómo es allí la sanidad? ¿Cómo percibe la población a los servicios sanitarios? ¿Están integrados en sus comunidades como los consideramos aquí, donde son parte del entramado social, o son algo ajeno y lejano para ellos?
Los sistemas de salud son frágiles, cuentan con poca financiación pública y con escasos recursos materiales y humanos. Sorprende la falta de cualificación y la escasez de profesionales de salud. Por ejemplo, en Benín hay 0’62 médicos por cada 10.000 habitantes (en España hay 45). En Camerún, hay 3 psiquiatras en todo el país (0,01 por cada 100.000 habitantes) y en España más de 4.000 Lo más chocante es que la sanidad pública es de pago. Por ello, Recover apoya a centros de salud (dispensarios, clínicas, hospitales) que tienen un fin social y que suelen pertenecer a misioneras/os y a congregaciones religiosos, a pesar de que la fundación es una organización laica e independiente. El problema consiste en que, en estos centros más precarios, hay poco personal médico, siendo los enfermeros, técnicos de laboratorio o personal auxiliar quienes deben enfrentarse al diagnóstico y al tratamiento de los pacientes sin tener la suficiente cualificación.
¿Cuáles son las demandas en salud más habituales?
Las personas acuden normalmente a los centros de salud por malaria, fiebres tifoideas, accidentes en la vía pública o para dar a luz en el caso de las mujeres, aunque apenas hay cultura de seguimiento y control prenatal.
¿Cómo plantean la ayuda que puede trasladarse desde un país desarrollado como el nuestro? Lo puramente material supongo que no será lo único, habrá otras cuestiones como la formación, el traslado de estructuras, formas de hacer, etc.
Cuando Recover acude a un centro, primero trata de evitar que se generen expectativas. Se realiza una escucha activa, una observación directa, un análisis de necesidades y, lo que es más importante, un acompañamiento a medio y largo plazo para diseñar propuestas que puedan ser susceptibles de recibir financiación externa. Es muy importante aclarar que Fundación Recover no es un donante y, por lo tanto, no nos pueden presentar la carta de los Reyes Magos. Somos un socio que puede ayudar a encontrar colaboradores que financien los proyectos, así como a voluntarios. A partir de ahí, hacemos un seguimiento de la colaboración con el centro de salud para que sea lo más integral posible, rindiendo siempre cuentas a los colaboradores con mucha transparencia y trazabilidad de la ayuda.
Intentamos evitar que se genere una relación de dependencia apoyando la mejora de la gestión hospitalaria, con el fin de que, al cabo de unos años, los centros puedan ser autosuficientes y autosostenibles. Empezamos digitalizando la caja y la farmacia, aunque la vocación es apoyar en la digitalización integral del centro desde la acogida de pacientes hasta el laboratorio, las consultas, etc.
¿Cómo se recibe a la Fundación Recover en Camerún y los otros países en los que actúa? Imagino que en lo "micro", a pie de calle, la receptividad será buena pero quizá en lo "macro", entre autoridades e instituciones, se les vea con cierto recelo. ¿Es así?
Nos reciben con mucha gratitud. A menudo, nuestra ayuda es muy puntual (algún equipamiento, alguna campaña formativa, un paciente que evacuamos temporalmente a España, apoyo a través de la telemedicina), pero, aun así, es muy bienvenida. Recibimos muchas solicitudes de apoyo. Como nuestro presupuesto es muy limitado, tenemos que ser muy eficientes con los recursos humanos (siete personas en la sede de España y cuatro en la oficina de Camerún) y económicos. Por ello, es muy importante priorizar las necesidades bien y conseguir financiación y entidades que nos apoyen, gracias a la presentación de buenos proyectos y propuestas de colaboración.
Eso sí, es fundamental coordinarse con la administración del país y alinearse con sus políticas públicas. No podemos caer allí en paracaídas, eso es de la cooperación de los años 80. Hoy día no se puede hacer así. En segundo lugar, el objetivo es que haya apropiación, que hagan suyo el proyecto; por ello, salvo en caso de estados fallidos, el gobierno ha de ser un aliado.
Disponen de una plataforma online. ¿Es la telemedicina, la incorporación de nuevas tecnologías, la clave de la cooperación en materia sanitaria en el siglo XXI?
La telemedicina es clave para apoyar con el diagnóstico y para contribuir a la transferencia de conocimiento. Quirónsalud nos apoya con el desarrollo y mantenimiento de nuestra plataforma de telemedicina. Ahí participan 64 centros de África y colaboran casi 80 voluntarios especialistas españoles. Además, en la plataforma tenemos una mediateca a través de la cual se pueden compartir artículos y publicaciones científicas. En diez años de actividad, ya se han subido más de 3.000 casos a la plataforma en 18 diferentes especialidades, siendo ginecología, medicina interna, pediatría y salud mental las que más actividad tienen.
Hablemos de voluntarios. ¿Cómo se puede colaborar con la Fundación Recover?
Los profesionales de la salud pueden participar como voluntarios en telemedicina y también pueden realizar formación online en pediatría, ginecología o gestión hospitalaria. Además, pueden realizar campañas formativas en terreno. El ideal es que su compromiso de voluntariado sea sostenible en el tiempo y no se limite a una sola acción puntual. Ya hemos realizado más de 350 campañas de voluntariado en África. Hemos tenido campañas de cirugía, ginecología, fisioterapia, salud mental, revisiones pediátricas, oftalmología, etc. Ahora, necesitamos especialistas en nutrición y pediatría que nos puedan apoyar en una campaña de salud para reducir la desnutrición infantil. Esta campaña, que comenzó en 2021, ya ha beneficiado a más de 4.000 niños y niñas de Camerún, Costa de Marfil y Benín, países en los que uno de cada tres niños está desnutrido.
¿Tienen acuerdos con hospitales gallegos? ¿Cómo podemos ayudar para potenciar estas colaboraciones?
Contamos con una red de hospitales aliados privados, la mayoría vinculados a Quirónsalud, donde se realizan las operaciones de corazón y de traumatología, sobre todo, a pacientes que evacuamos temporalmente de África por no tener otra alternativa en sus países de origen. Ya hemos operado a casi 200 pacientes de África. Tenemos el apoyo de hospitales de Madrid, Albacete, Barcelona y Guipúzcoa que ofrecen unas condiciones económicas muy favorables, muchas veces debido a que los profesionales no cobran sus honorarios y a que el hospital pone unas tarifas muy solidarias. Nos encantaría contar con el apoyo de hospitales gallegos. El ideal es que el servicio de un hospital gallego pudiera hermanarse con el servicio de un centro sanitario de África para poder apoyar de manera integral y sostenible en el tiempo, a través del refuerzo de sus capacidades, tanto materiales como profesionales.
Sin ánimo de entrar en consideraciones políticas: la proliferación de bulos, los infundios contra organizaciones consolidadas como se ha visto durante la DANA de Valencia, el cuestionamiento de la labor hecha durante años por muchas instituciones, ¿pone en situación de riesgo a las organizaciones del tercer sector? ¿Cómo luchar contra ello?
Soy una firme defensora de la profesionalización de las organizaciones que ayudan. Me parece una pena que se difame la reputación de organizaciones tan sólidas como la Cruz Roja, uno de los principales actores humanitarios a nivel internacional. Creo que la coordinación es esencial para ayudar de forma eficaz y eficiente. Soy partidaria de canalizar la ayuda siempre a través de organizaciones que ya están en el territorio y pueden hacer mejor los análisis de necesidades. Priorizar las necesidades es esencial, así como ligar la respuesta inmediata a las fases de rehabilitación y reconstrucción.
Por ello, aunque a nivel individual cueste más, es mejor hacer donaciones monetarias que en especie. Además, todo lo que se pueda comprar a nivel local, en vez de tener que traerlo desde otros rincones de la geografía del país o de terceros países, servirá para dinamizar la economía local. La confianza en las organizaciones profesionalizadas del tercer sector es fundamental para que la ayuda llegue a más personas y de mejor forma.