“Retomando el camino” es el lema bajo el que se han celebrado las V Jornadas de Medicina Rural de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) y la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria (Agamfec). Durante los días 5 y 6 de noviembre han reunido a más de 250 profesionales de toda España en el Centro Cultural Marcos Valcárcel de Ourense.
El evento se ha organizado para reivindicar “una medicina de calidad desde el rural y, por suerte, en Galicia contamos con muchas herramientas” según Cristina Margusino, una de las presidentas del Comité Organizador. Es además jefa del Equipo de AP de Xinzo de Limia y recientemente fue merecedora de la I Beca de Medicina Rural Asomega-SEMG.
En la presentación de las jornadas Margusino afirmó que "somos médicos de familia, somos médicos especialistas y ejercemos nuestra labor en una zona aislada, lejos muchas veces de los hospitales y nos enfrentamos día a día a un trabajo incierto. La formación en una zona rural tiene que ser constante, tenemos que tener mucha inquietud por aprender porque estamos muchas veces solos el médico y el enfermero. Formamos un equipo que atiende a la familia desde que nace hasta que muere".
El comité organizador científico ha recibido más de 120 proyectos de casos diarios que se han llevado a la práctica en estas jornadas. El objetivo ha sido poner en común las mejores formas de actuación con los pacientes desde un entorno rural.
El Museo del Médico Rural, presente en las jornadas
El hall del centro cultural Marcos Valcárcel de Ourense ha acogido durante estos días una reducida pero muy significativa muestra de lo que ofrece el Museo do Médico Rural de Maceda (Ourense), dirigido por el doctor José Antonio Lage. Roberto Fernández , trabajador de el PAC de Allariz, ha sido el encargado de explicar a los visitantes el origen y uso de los materiales expuestos.
Según explica en una información sobre las jornadas de La Voz de Galicia, la atención médica antiguamente era cara y competía con los sanadores, pero "cuando la medicina científica se volvió efectiva e igualó su costo los curanderos ya no tienen nada que hacer". Cita entonces el descubrimiento de la penicilina, el uso de los antibióticos y el arranque de la sanidad pública como motores que hicieron ya imparable la medicina rural.