Jonathan McFarland es miembro de Asomega, profesor asociado de la Cátedra Respira Vida de la UAM y promotor de la iniciativa The Doctor as a Humanist. En el último número de la newsletter de Red TBS-Stop Epidemias "Memorias de la Covid-19", se recoge este interesante artículo, resumen de su participación en la jornada de actualización que Red TBS celebró en marzo, que invita a una reflexión profunda sobre una realidad que nos está empezando a arrollar a todos los niveles incluido, por supuesto, el ámbito de la Medicina y de la asistencia clínica. Por su interés, lo reproducimos íntegramente:
"Voy a tocar lo que creo un tema importante: la inteligencia artificial (IA). Esta no es una idea nueva. Alan Turing, conocido por descifrar los códigos de los nazis en la Segunda Guerra Mundial, está considerado como el padre de la ciencia de la computación. Él se preguntaba si las máquinas pueden pensar. Otro hombre importante en IA es John McCarthy, que en 1955 acuñó el término. Afirmaba que se trataba de la ciencia y la ingeniería de hacer máquinas inteligentes que pueden aprender como lo hacen los humanos.
Hay varias definiciones de lo que es la inteligencia artificial, pero a mí me gusta mucho la que pretende preservar el control humano de forma que garantice que la inteligencia artificial satisfaga nuestras necesidades al tiempo que opera con transparencia, ofrece resultados creativos y respeta la privacidad.
La inteligencia artificial está aquí para quedarse. En un reciente artículo del Lattuff en el Medical Teacher, se dice que es integrante de los sistemas sanitarios y para explicarlo nos dice que hay muchísimas empresas trabajando en ello.
Las ventajas redundan en una mejor atención preventiva, reducción de costes, mayor eficacia del proceso diagnóstico, cirugía más segura asistidas por robots, telemedicina… El vídeo Al for Health de Microsoft es muy interesante porque confirma que la empresa se está moviendo de manera muy rápido en esa dirección.
No obstante, las cosas tienen dos caras. Creo que ahora estamos en un momento importante de transición. La pregunta es: ¿qué puertas vamos a abrir? Hoy ya no se puede hablar de IA sin nombrar el ChatGPT y son cinco las formas en como cambiará la sanidad:
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- volviéndose exponencialmente más rápida y potente
- emulando la forma en que los médicos disponen de decisiones clínicas
- proporcionando asistencia médica 24 horas al día
- previniendo errores
- ayudando a rendir mejor
Si la inteligencia artificial humanizará la medicina o la deshumanizará es la pregunta que se hacen Frabrice Jotterand y Clara Bosco, ¿Es una espada de Damocles sobre nuestras cabezas? Yo no tengo la respuesta a esta incógnita, si alguno la tiene escucho, pero creo que aún debemos pensarlo. En este artículo explican que la inteligencia artificial podría poner en peligro nuestra existencia como seres psicosociales. Afirman que cualquier tecnología que menoscabe la dignidad humana debe ser examinada meticulosamente y debemos defender la privacidad mental. Se habla de una nueva neuroética que creo que es muy importante ahondar, acordar y legislar.
La buena asistencia va acoplada a the gift of presence, la presencia humana, la relación médico-paciente, el compromiso con la humanidad. Y en esto también juega un rol la Enfermería, que es fundamental a la hora de asegurar el contacto directo y continuado con los pacientes. La medicina no se ocupa solo de casos sino de personas. La realidad es que la práctica de la medicina es humana y trata a las personas que están pasando por sus momentos más vulnerables y que tienen miedo y son frágiles: son seres humanos.
No somos robots, somos personas. En un libro escrito por dos médicos científicos explican detalladamente que en medicina es fundamental sumar empatía y compasión. Es una manera de ejercer la medicina y va unida a los conceptos de cuidar y curar. Es importante abrazar la incertidumbre y compartir las emociones no solamente del paciente, sino también la del médico y el enfermero.
Y nunca tenemos que olvidar el alma de la persona que se dedica a la medicina y que, me temo, tal como está el mundo, se está perdiendo. William Osler, el padre de la medicina moderna dice: “La palabra amable, el saludo alegre, la mirada de afecto, eso es lo que el paciente entiende”. Y yo sinceramente, puedo asegurarlo porque llevo dos años como médico y también como paciente.
No descartemos la sabiduría de los indígenas. Una tribu indígena tanoana que pertenece al grupo conocido como indios-pueblo que emigraron de Nuevo México a Paso Norte, plasmó en una pintura la expresión WA-MA-CHI, tres palabras que significan: respiración, materia y movimiento. Juntas componen “el alma”. Nunca debemos olvidar el alma de las personas, el alma de la medicina a la hora de incorporar la inteligencia artificial. Lograr el equilibro entre la inteligencia artificial y el alma de la medicina y sus profesionales es un objetivo posible."