Delia Cerviño, coordinadora del Servicioo de Neonatología del Hospital Salvador de Bahía (Brasil), es miembro del Comité Internacional de Asomega y responsable de la delegación Asomega-Bahía. En esta entrevista nos explica cómo se encara desde su servicio la pandemia y reflexiona sobre las condiciones en las se encuentra su país para hacer frente a esta crisis mundial.
- A España nos llegan numerosas informaciones que hablan de la virulencia con que la Covid-19 está atacando Brasil. ¿Por qué la pandemia se ha cebado con su país?
En principio no creo que la virulencia de la Covid-19 sea peor que en el resto del mundo. Pasa que somos ahora el epicentro; somos un país de dimensiones continentales, con regiones de diferentes condiciones económicas y sociales.
Pese a estar en segundo lugar del mundo después de Estados Unidos en número absoluto de muertos, hoy estamos en 14º lugar en número de muertos, en relación con nuestra población de más de 200 millones.
Somos partícipes asociados con otros países involucrados en hacer investigaciones en vacunas. Tenemos una de las entidades mundiales con grandes expertos en producción de vacunas como la Fundación Osvaldo Cruz (Fiocruz).
- ¿En qué punto se encuentran actualmente, cree que ha pasado lo peor y que ya cabe esperar que decaiga el número de contagiados?
Todavía no sabemos si ha llegado lo peor. Las previsiones apuntan que alcanzaremos el top en junio/julio. No llegamos a tener colapso en salud en ningún momento, excepto en Manaus (estado de Amazonas), que ha mejorado. Los estados que pertenecen a las regiones norte y nordeste del país están en condiciones socioeconómicas menos favorables. Pero el resto del país ha aguantado y están abriendo el comercio en algunos estados. El lockdown fue aplicado en localidades específicas en barrios donde el número de casos estaba fuera del previsto, con vigilancia fuerte y con multas a las casas comerciales que insistían en permanecer abiertas.
- ¿Cómo es la situación en su zona, en Salvador de Bahía?
Bahia empezó el confinamiento social el 13 de marzo y así seguimos, invitando a los ciudadanos a permanecer en sus casas, cerrando escuelas y cancelando congresos y exposiciones, fiestas, para prevenir la propagación del virus.
Estas medidas consiguieron que la curva de pacientes positivos con Covid-19 que necesitan ingreso en el hospital esté nivelada hace una o dos semanas y ha sido fundamental para que no tengamos una gran cantidad de muertes. A día de hoy estamos con un 60 por ciento de ocupación hospitalaria clínica (en planta) y 70 por ciento de ocupación hospitalaria de Intensivos. Creo que debemos seguir así cerca de un mes y después empezará a decaer.
El estado de Bahia y la ciudad de Salvador en especial han enfrentado la pandemia con antelación y fue aumentando su capacidad hospitalaria gradualmente, lo que ha prevenido el colapso. Han reabierto el Hospital Español para atender únicamente a pacientes Covid-19 y otros dos grandes hospitales de campaña, además de preparar áreas específicas en los existentes. Nos llaman la atención las conductas tomadas por el alcalde y el gobierno local, que de común acuerdo han constituido las medidas de enfrentamiento a la pandemia unificando la política de salud, sin disputas políticas, a pesar de que estamos cerca de las elecciones municipales. Un poco distinto a la conducta del gobierno central.
- ¿En qué condiciones sanitarias ha afrontado Brasil esta crisis?
Las condiciones sanitarias son distintas en determinadas regiones del país. Hay condiciones ideales como en los grandes centros y condiciones más precarias como en las afueras de las grandes ciudades e interiores, así como en el norte y nordeste del país, donde la capacidad económica y social está más complicada.
- ¿Y los profesionales sanitarios? ¿Se han volcado todos en la pandemia, como ha ocurrido en España, donde profesionales de todas las especialidades se han dedicado a estos pacientes?
Los especialistas en intensivos, anestesistas, fisioterapeutas han sido los que más se han integrado. Muchos médicos recién formados se han volcado con la pandemia.
- ¿Nos puede explicar cómo se han organizado, concretamente, en su servicio y en su hospital para hacer frente a la Covid-19?
Trabajo en una maternidad, soy coordinadora del Servicio de Neonatologia. El hospital tiene una estructura antigua, pero tuvimos suerte de disponer de tiempo suficiente para prepararnos ante esta pandemia. Se creó un Comité de Control de Covid-19 en marzo dedicado específicamente a la preparación de logística de las necesidades para poder enfrentar el nuevo escenario que se nos presentaba. La prioridad fue la seguridad de nuestros pacientes y de nuestros profesionales. Preparamos los flujos y llevamos el mes de abril a entrenar todo el personal sanitario y administrativo del hospital. También buscamos asegurar reserva suficiente de equipos de protección adecuada. Empezamos a tener mujeres con Covid-19 al finales de abril.
Conseguimos preparar áreas específicas para consultas a las embarazadas con síntomas o con diagnóstico firmado del Covid-19, paritorio aislado, lugar en el paritorio para recibir al neonato distinto de donde está la madre, aislamiento para el recién nacido de madre con Covid-19 o sintomática que necesite cuidados intensivos y también enfermerías en planta, para las madres y sus hijos que necesiten estar aislados. Los casos graves de la maternidad los trasladamos a otro hospital con asistencia intensiva. Los casos más leves son tratados en las propias maternidades.
- En España los profesionales contagiados han sido muy numerosos, en buena medida por la escasez de materiales de protección sobre todo en las primeras semanas. ¿Se repite ese patrón en Brasil?
Si, en Brasil hay muchos profesionales contagiados. Al principio hubo un gran control del consumo de EPIs pero después a Bahia han llegado bastante materiales de protección y confección de aparatos tipo face shield por la industria local. La decisión del Ministerio de la Salud de que la población use mascarilla de tejido fue fundamental para que las máscaras quirúrgicas quedasen para uso del personal sanitario. La solidaridad fue una marca y sigue siendo una preocupación de la comunidad para proteger a los profesionales de la salud. Hemos tenido tiempo al conocer la realidad de China, Europa y Estados Unidos antes de que el Covid-19 llegase aquí.
- ¿La población sigue las recomendaciones de los profesionales respecto a medidas higiénicas, distancia de seguridad, etc.?
De una manera general, sí. Siempre hay grupos de adolescentes que siguen haciendo fiestas pero la policía las interrumpe; otros que no comprenden la gravedad del momento minimizando los problemas y continúa su rutina de salir para hacer deporte; otros que piensan que están de vacaciones y siguen viajando para visitar familiares y haciendo aglomeraciones familiares, etc. En este momento después de tres meses de confinamiento, la gente está empezando a no respetar las medidas de distancia de seguridad, el distanciamiento social, empezamos a salir más a la calle, algunos sin mascarillas
Las tiendas de servicios prioritarios que siguen funcionando como farmacias, supermercados y panaderías han adoptado medidas de distanciamiento social marcando en el suelo las distancias entre los ciudadanos, protección de los obreros con mascarillas e mamparas de acrílico en las cajas. A los clientes al entrar en las tiendas se les mide la temperatura corporal, se lavan las manos con hidroalcohol, limpian los carritos de la compra, etc.
A los niños los vemos con mascarillas también.
- ¿Qué lecciones cree que debería sacar Brasil de esta situación?
Esperamos que se valore más al profesional sanitario, a la enseñanza de medicina y a la investigación científica. Aquí tenemos el SUS (Sistema Único de Saúde), que ha sido lo que ha unificado el enfrentamiento a la pandemia. Es uno de los mayores y más complejos sistemas de salud pública del mundo, que busca garantizar acceso integral y gratuito a toda la población del país. El SUS tiene en sus bases teóricas el principio de la equidad. Necesita ser más fortalecido y valorado con recursos de financiación para disponer de respaldo suficiente para responder rápidamente a una crisis como esta.
Importante destacar que la Constitución de la República Democrática de 1988 garantiza el SUS y la autonomía en cierta medida a los estados miembros de la Federación. Esta forma de organización ofrece la toma de decisión individual frente a problemas distintos en cada estado, cuando el nivel central no le corresponde al que el estado necesita. Así que, con la descentralización, como ocurrió en nuestra región, fuimos capaces de tomar decisiones fundamentales para el enfrentamiento de la pandemia al buscar los insumos y equipos hospitalarios sin estar a espera de la decisión del nivel central . Mantener la estructura democrática nos parece fundamental para un mundo más justo y que todos tengan oportunidades.
- ¿Y el mundo, en general?
El mundo necesita hacer más inversión en investigación científica y prevención, así como estar preparado para responder ante una emergencia médica con rapidez. Entender que lo que pasa a nuestros vecinos nos puede nos afectar y debemos tomar medidas conjuntas, solidarias, pensar amplio. Que no estamos solos, para lo bueno y para lo malo. Todo lo que pasa en el mundo nos puede tocar. Pertenecemos a una sola raza, la humana.
Esta pandemia ha mostrado que el trabajo en equipo nos permite enfrentar las adversidades que nos lleguen con más rapidez, sin egoísmos, con ganas de compartir y el éxito es inmenso. Hay manifestaciones de gratitud de la población a todo el personal sanitario como en todo el mundo.
- El pasado mes de septiembre participó en el I Encontro Mundial de Médicos Galegos en Santiago. Ahora que ya ha pasado tiempo y lo ve con perspectiva, ¿cómo fue la experiencia?
Experiencia fantástica y para mí, muy emotiva. De hecho, toda la experiencia que tuve después de obtener una beca de Asomega en el año 2003 ha sido positiva e importante en mi vida profesional. Y no solo para mi, también para los demás miembros de nuestra Asomega-Bahia, porque nos sentimos agradecidos de pertenecer a esta entidad que habla de forma impresionante a nuestra mente científica, al corazón y a nuestra alma gallega.
Esperamos que el Encontro Mundial de Médicos Galegos se repita el próximo año como está previsto.