Casi medio centenar de sociedades científicas y asociaciones, entre ellas Asomega, han participado en la Guía Clínica para la Atención al paciente Covid persistente, un trabajo coordinado por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Julio Ancochea, presidente de Asomega, es el representante de la entidad en el Comité Científico.
Pilar Rodríguez Ledo, vicepresidenta de la SEMG y coordinadora del trabajo junto con Lorenzo Armenteros, explicó recientemente, en la entrevista a Asomega con motivo de su designación como ganadora del XXII Premio Nóvoa Santos, que la guía pretende mejorar la atención a los pacientes y dotar de herramientas al profesional "que le ayuden a una toma de decisiones lo más adaptada al nivel de evidencia disponible y además lo más homogénea posible".
Su objetivo fundamental es conseguir que no se trate a estos pacientes "por cada uno de sus 200 síntomas, sino como una globalidad. Porque si no, correremos el riesgo de que los pacientes pasen por cada uno de los “ólogos”: el neurólogo por la cefalea, el cardiólogo por el síncope, el digestivo por la diarrea… Se van haciendo pruebas y pruebas cuyo objetivo global no está muy claro".
La guía ha sido remitida en primera instancia a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, a las consejerías autonómicas de salud, así como al Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (OMC) y otros colegios profesionales. También se ha enviado el documento al Departamento de Salud Pública de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que tenga conocimiento de este trabajo colaborativo realizado en España.
"Queremos que facilite la toma de decisiones. Lamentablemente hay muy poca evidencia científica por el momento pero por eso lanzamos una guía dinámica que se irá actualizando", ha explicado en la presentación Pilar Rodríguez Ledo.
El documento colaborativo aborda la atención de los pacientes que padecen COVID
persistente o Long COVID, es decir, personas que presentan signos y síntomas que se desarrollan durante o después de una infección compatible con la COVID-19, que se mantienen durante más de 4-12 semanas y que no se explican por un diagnóstico alternativo.
La parte de la guía dedicada a la descripción de la afectación incluye las definiciones, hipótesis, etiopatogenia y caracterización clínica. Sus autores también hacen una serie de recomendaciones en relación a las pruebas de laboratorio, pruebas de imagen y complementarias, valoración de comorbilidades y situación funcional y social de los afectados, resumido todo en un kit de atención básica.
En lo que respecta al abordaje terapéutico del COVID persistente, enumera las posibles dianas terapéuticas y evidencias científicas, los tratamientos específicos o sistémicos, los tratamientos destinados a restablecer el equilibrio, tratamientos locales o sintomáticos, así como la vacunación frente al coronavirus.
En la parte de seguimiento de los afectados, el documento incluye una serie de recomendaciones al paciente, los programas de seguimiento en Atención Primaria, los criterios de asistencia compartida y apuesta por el trabajo multidisciplinar e interconsulta desde el primer nivel asistencial. El contenido de la Guía concluye con un apartado dedicado a los retos del futuro en torno a la atención de estos pacientes.
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