El salón de actos de la Casa de Galicia de Madrid se llenó para el homenaje de Asomega al profesor Manuel Sánchez Salorio (A Coruña, 1930-2023), insigne catedrático, académico, doctor honoris causa y artífice del Instituto Galego de Oftalmoloxía, además de creador de la escuela pronto conocida en Europa como "The baby school de Santiago", vivero de profesionales y docentes que han ocupado cátedra en varias universidades españolas.
Durante el evento, que contó con el patrocinio de la Cátedra UAM - Neumomadrid - Chiesi, intervinieron tres destacados miembros de Asomega: su presidente, Julio Ancochea, el vicesecretario de la Junta Directiva, Julián García Feijóo, y el socio fundador Julián García Sánchez.
En la inauguración, el presidente de la Asociación de Médicos Gallegos glosó la figura de Sánchez Salorio destacando su papel "como dinamizador, como revulsivo, como inconformista y, en ocasiones, incómodo transformador de estructuras, de formas de hacer y de esquemas de pensamiento. Todo ello acompañado de un posicionamiento ante la vida y de un entendimiento claro del papel que desempeñamos como seres humanos hacia los demás y hacia uno mismo".
Ancochea recordó que Sánchez Salorio fue merecedor del tercer Premio Nóvoa Santos de Asomega, en 1998, y se refirió al discurso que pronunció entonces y que considera "un pequeño tesoro que guardo ya para siempre". En él defendía el profesor la necesidad de "hacer coincidir e integrar en la vida personal el gusto por la clínica y por la asistencia con el pathos de la curiosidad propio de la investigación y de la docencia".
Pero hablaba, además, del "modelo de tribu" que ofrecía la Universidad en referencia al trabajo en equipo que forja el carácter personal, de la necesidad de ejercer un liderazgo creativo, luchador y soñador, o de su compromiso con Galicia, recordando que logró el objetivo de que todo paciente oftalmológico gallego pudiera ser atendido en su tierra.
El presidente de Asomega cerró su discurso con una doble referencia poética: por un lado, a la cita que el propio Salorio tomó prestada de Salinas al recoger el Nóvoa Santos con la que resumía su vocación docente:
"Es que quiero sacar
de ti tú mejor tú"
Y por otro, al poema dedicado a Salorio que le ofreció el escritor estradense Xosé Luna, “Camiño ao corazón”:
Camiño pola senda
que vai a meu interior.
Camiño polo quinteiro
entre luces e canción.
Camiño polos sentimentos
entre ópalos e trebóns.
Camiño polos versos
co aloumiño mil do sol.
Camiño por los retrincos
que o mar na area deitou.
Camiño pola infancia
Entre cereixas e ilusións.
Camiño pola estrada da vida
entre palabras e emocións.
Remato feliz o camiño
e amodiño abro o corazón.
Por último, agradeció al profesor Julián García Sánchez, "alma de este evento", la iniciativa del acto y su compromiso con Asomega, de la que es socio fundador. Tras la inauguración oficial por parte del presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, intervinieron el catedrático de Historia de la Universidad de Santiago Ramón Villares, que se centró en la vertiente humanística de Salorio, y Bieito Ledo que, como editor de su libro de artículos "Los sueños de Procopio", glosó su faceta como articulista e intelectual.
El legado de Salorio
Julián García Feijóo, miembro de la Junta Directiva de Asomega y jefe de Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, hizo un resumen del legado de Sánchez Salorio resaltando que su impacto no se ciñe solo a Galicia ni España sino que ha tenido su reflejo fuera de nuestras fronteras, añadiendo que dentro de ellas "ha trascendido mucho más la escuela gallega de Oftalmología que otras que tenían una mayor capacidad de hacer un cambio como la catalana o la madrileña".
Trabajo en equipo, generosidad, capacidad de identificar y promocionar talentos, manejo de egos son algunas de las cualidades que identifica en el maestro y que cree que se han trasladado a otros ámbitos como la escuela madrileña. "Lo que hemos aprendido del éxito de su escuela es ayudar a los jóvenes, promocionar a los jóvenes, identificar el talento y ayudarlos, ser desprendidos como él lo fue", aseguró.
Y siguiendo esa línea, concluyó su intervención dando paso a la entrega de la II Beca Asomega de Oftalmología "Profesor García Sánchez", cuya ganadora ha sido Julia Barreiro.
García Sánchez, el primer discípulo de Sánchez Salorio
Precisamente fue el profesor Julián García Sánchez el encargado de clausurar el acto con su intervención. Como discípulo más antiguo de Sánchez Salorio, tuvo la oportunidad de ser testigo directo durante diez años "de lo que él empezó a gestar en la Universidad y en el Clínico de Santiago, incluso en su clínica privada": nuevas formas en la atención a los pacientes, creación de equipos donde todos y cada uno tenían su responsabilidad, puesta en marcha de secciones, etc.
Los frutos de todo ello fueron numerosos, pero destaca dos: el nacimiento de la Baby School de Santiago y su impulso para entrar en las redes temáticas del Instituto Carlos III con la denominación de Oftared.
"Sin ser mi amigo, ni mi padre, ni mi maestro, supo interpretar cada día esos papeles simultáneamente. Por eso, aunque sea doloroso, hoy estoy aquí acompañándolos para decirle adiós con el único consuelo de saber que la huella de su voz, como él deseaba, ha llegado a mis discípulos".
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