Luis León Mateos, jefe de Sección en el Servicio de Oncología Médica del CHUS y profesor
asociado de la USC, resumió las oportunidades con que Galicia afronta el futuro inmediato de su organización sanitaria. En una charla titulada "Galicia oportunidade" empezó señalando las tres grandes fortalezas de que disfruta: sus profesionales -"a los que hay que cuidar", afirmó-, una renovada estructura tecnológica y una relevante capacidad de investigación.
La intervención de León Mateos en el II Encontro Mundial de Médicos Galegos de Asomega cerró el bloque "El camino de la excelencia gallega: pasado, presente y futuro", iniciado por Joaquín Potel y José Ramón González Juanatey.
El análisis de Luis León se estructuró en tres grandes áreas: prevención, diagnóstico y tratamiento. De la primera destacó la enorme oportunidad de desarrollo que representan las iniciativas de trabajo colaborativo y citó el trabajo realizado en la facultad en relación a la exposición al radón como causa del cáncer de pulmón: "Es un ejemplo de trabajo colaborativo entre diferentes centros para detectar factores de riesgo y actuar sobre ellos", aseguró.
Otros dos factores, desde su punto de vista, resultan cruciales para abordar el futuro desde la prevención: cuidar la Atención Primaria, de la que "muchas veces nos olvidamos y solo la vemos cuando hay problemas, cuando el sistema se rompe y está desbordado", y la investigación.
A este respecto señaló la idoneidad de la fórmula de los institutos, "fusión de la actividad de la universidad y de los centros sanitarios". Explicó que en Galicia hay dos acreditados por el Carlos III, Coruña y Santiago, y Vigo, que en el momento de pronunciar esta charla no contaba con tal acreditación, la consiguió el pasado mes de agosto. Resaltó también la existencia de estructuras con muchas potencialidades como la red de biobancos a nivel gallego o la Fundación Xenómica: "Tenemos todos los mimbres necesarios para seguir avanzando y tener mejores resultados", concluyó.
Respecto al diagnóstico, Luis León destacó que hemos pasado de centrarnos en variables clínicas, de laboratorio y rayos, a incorporar la medicina molecular, "y esto va a ir a más". En su opinión, "tenemos cultura de incorporar investigación y desarrollo, nos falta tener una estrategia más ágil y más ordenada". Sin olvidar realidades que ya son palpables como la capacidad para hacer secuenciación de nueva generación en varios laboratorios gallegos, el desarrollo de la biopsia líquida en Santiago, la medicina nuclear, et.
En cuanto al tratamiento, señaló que "el gasto de fármacos en oncología se ha duplicado en cinco años. La incorporación de la inmunoterapia ha supuesto una escalada brutal. Pero no todo funciona, habrá que ordenar qué medicamentos incorporamos y cuáles tendrán que salir".
En este capítulo, una importante llamada de atención sobre el papel activo del paciente. Para León, "habrá que preguntar a los pacientes qué es lo que quieren, a veces hay una fascinación tecnológica y nos olvidamos de lo más básico".
Y como reflexión final, una llamada a la comunicación y el entendimiento: "Tenemos todos los elementos necesarios y la oportunidad de sentarnos en una mesa clínicos, investigadores, Consellería, farmas... y desarrollar esta estrategia de futuro y de crecimiento sostenible".