La última ganadora del Premio Nóvoa Santos de Asomega, Pilar Rodríguez Ledo, además de subdirectora de Humanización, Calidad y Atención Ciudadana del Área Sanitaria de Lugo, A Mariña e Monforte de Lemos, es vicepresidenta de la SEMG, entidad que convoca con Asomega la II Beca de Medicina Rural para incentivar acciones de docencia, investigación o asistencia en el rural gallego.
La trayectoria de Pilar Rodríguez Ledo incluye una amplia experiencia asistencial, parte de ella en zonas rurales, así como una intensa actividad en docencia e investigación. Pero sobre todo, escuchar sus reflexiones sobre el presente y futuro de la Atención Primaria, la medicina rural y el sistema sanitario en su conjunto siempre aporta una dosis imprescindible de sentido común y claridad de ideas. Hablamos con ella de la situación de la Atención Primaria y de la oportunidad de esta II Beca Asomega-SEMG de Medicina Rural.
En la Atención Primaria lo asistencial "invade" el tiempo de los profesionales, de ahí que la investigación e innovación queden relegadas. ¿Cree que una iniciativa como la Beca de Medicina Rural Asomega-SEMG puede ser un acicate?
Sin duda estamos viviendo malos momentos para la Atención Primaria, en los cuales no hay tiempo suficiente para la actividad asistencial y mucho menos para cualquier otra actividad. Pero también es verdad que los profesionales de Atención Primaria intentan asirse a la esencia de su especialidad y al compromiso con sus pacientes y con la población atendida. En este contexto de dificultad, iniciativas como la presente ayudan a ilusionar a los profesionales otorgándoles un motivo adicional para vencer todas las dificultades del día a día para poner en marcha iniciativas de investigación, innovación, comunitarias, y por supuesto encontrando a veces en ellas el reconocimiento que no siempre encuentran en la administración para la cual trabajan la mayoría de los profesionales.
El rural es un entorno ideal para poner en marcha proyectos de investigación y comunitarios por la estrecha relación profesional-paciente, que asegura además la traslación de las conclusiones a la población general
Usted es responsable de formación, investigación e innovación en la SEMG. ¿Hay más iniciativas en estos campos en el ámbito de la Medicina de Familia de lo que conocemos? ¿Se "vende" mal la Medicina de Familia?
La Medicina de Familia siempre se ha vendido mal por los profesionales y la mayoría de las veces nuestro sistema no ha mostrado demasiado interés por difundir su valía ni por apoyarla. La falta de recursos, las escasas inversiones y su invisibilidad ante el hospitalocentrismo y la obnubilación tecnológica hacen que los proyectos procedentes de la Medicina de Familia se infravaloren e infraestimen.
Es muy difícil obtener financiación tanto pública como privada para los proyectos procedentes de Atención Primaria, y sin financiación es muy difícil realizar proyectos de gran calado. Y si esto es así para la Atención Primaria en general, para la medicina rural todavía es mucho más difícil dado que se añaden problemas como la dispersión de pacientes y de profesionales, lo que dificulta conformar un equipo y dificulta completar la participación necesaria para muchos de estos proyectos. Pero también es verdad que es un entorno ideal para poner en marcha proyectos tanto de investigación como comunitarios, por la estrecha relación existente entre los profesionales y la población, que aseguran además la traslación de las conclusiones a la población general.
Estamos en un mundo globalizado, en el cual las redes ya no se definen de forma geográfica y todos estos aspectos convierten a la Medicina de Familia, y en concreto a la medicina rural, en un entorno con características muy adecuadas para desarrollar proyectos, siempre y cuando se logre vencer la situación actual de colapso, frustración y desmotivación.
La falta de recursos y el 'hospitalocentrismo' hacen que los proyectos de Medicina de Familia se infravaloren e infraestimen
El incentivo económico de la beca, para lo que en esta ocasión se cuenta con el respaldo de Laboratorios Menarini, ¿es un factor decisivo para impulsar esos proyectos o cree que también hace falta una adecuada divulgación de los mismos para que los profesionales sientan que se valoran sus iniciativas?
Es necesario disponer de un respaldo económico (a veces de pequeñas cantidades) para vencer las dificultades de la puesta en marcha de los proyectos, y sin este apoyo, en muchas ocasiones, no se pueden poner en marcha. Pero lo que necesita en estos momentos la Medicina de Familia no sólo es recursos económicos, que también, sino reconocimiento, y esto se logra con la difusión de sus proyectos, la difusión de sus logros, la difusión de su buen hacer, la difusión de los resultados. Y no nos olvidemos que el reconocimiento de la Atención Primaria en general, como primer nivel asistencial, es imprescindible para rescatar nuestro sistema sanitario de la crisis en la que se encuentra inmerso. No estamos ante la crisis de la Atención Primaria sino ante la crisis del sistema sanitario, en el cual muchas de sus debilidades se reflejan en su eslabón más débil, la Atención Primaria.
La Atención Primaria atraviesa una crisis que parece ya endémica, con la salvedad de que en los últimos tiempos se oye más su voz reivindicativa. ¿Cómo se vive esto desde lo rural, ámbito que dentro de la Primaria tiene unas necesidades y exigencias específicas?
Se vive con alta preocupación en todos los entornos profesionales de este nivel y parece que empieza a percibirse esa preocupación también por la población. Todos estamos muy preocupados, y en cuestiones como esta que nos ocupa, el hecho de oír pocas voces todavía es más preocupante, ya que traducen un nivel de hartazgo que nos hace desistir hasta de quejarnos. Muchos pueden pensar que para que quejarnos si nadie soluciona nada y los problemas siguen en el mismo lugar.
No estamos ante la crisis de la Atención Primaria sino ante la crisis del sistema sanitario, muchas de cuyas debilidades se reflejan en su eslabón más débil, la Primaria
Durante los últimos años se ha tocado fondo en una crisis de la que llevamos alertando desde hace más de 20 años, que nos ha llevado a no tener fuerzas para seguir revisando planes de rescate una y mil veces más, y con ello, como decíamos, ni fuerzas para elevar la voz. Creo que ya hemos superado cualquier situación soportable y por eso empiezan de nuevo a oírse voces, apoyadas por una población que ya no lo resiste más.
Y en el mundo rural las perspectivas son todavía peores. Al aislamiento de los profesionales se suma la escasez de recursos humanos en general en Atención Primaria que hace que se prioricen los centros en los que se debe atender mayor población y por tanto se aventuren malos tiempos para el mundo rural, despoblado, de escasos accesos, y de difícil desempeño. El movimiento que siempre hemos visto de los rural a lo urbano en población, lo vemos en los profesionales de la Medicina de Familia, que ven como además de no ser reconocidos ni compensados en su difícil desempeño, no es fácil encontrar recursos humanos para cubrir sus ausencias y se cierran centros sin encontrar otra solución con los métodos utilizados.
Anime a los médicos del rural gallego a participar en esta convocatoria de la Beca Asomega-SEMG: ¿por qué deberían involucrarse en ello? ¿Qué les aporta, más allá de la posibilidad de acceder a una ayuda económica?
Esta convocatoria da visibilidad al duro mundo del desempeño profesional de la medicina rural, reconocimiento de su difícil desarrollo profesional, y respaldo a la actividad que los médicos de familia realizan en este entorno en el cual la cercanía del paciente y el profesional son máximas y los recursos mínimos. La Medicina de Familia rural es la esencia del ser médico, donde el paciente sí que está en el centro de la relación y la satisfacción personal nos recuerda la valía de nuestra profesión. Esta beca debe visibilizar esta situación y, sin desprestigiar la tecnología como una herramienta de enorme valor que ayuda al desarrollo de la medicina, pone en valor la esencia de ser médico, el humanismo de la medicina, el poder de la promoción de la salud, la prevención, las actividades comunitarias, la investigación e innovación desde la cabecera del paciente.
La Medicina de Familia rural es la esencia del ser médico, donde el paciente sí que está en el centro de la relación y la satisfacción personal nos recuerda la valía de nuestra profesión