En algunas ocasiones hay momentos mágicos y en otras, más raras, magia que encuentra espacio para expandirse más allá de un momento concreto. Al hacerlo, como ayer en el Colegio San Agustín de Madrid, esa magia impregna un ambiente, a unos artistas en estado de gracia, a una audiencia entregada y da como resultado un recuerdo imborrable.
Más de 500 personas abarrotaron un salón de actos donde el grupo A Contraluz lo dio todo sobre el escenario en un concierto benéfico destinado a que, con lo recaudado, Asomega Axuda provea de lo necesario a DisCamino para que haga el Camino de Santiago con los chicos de Una Mirada en Marte.
"María la portuguesa", "Habaneras de Cádiz", "Caballo viejo", "Chabuca limeña", "Oración del remanso"... se iban sucediendo con la complicidad de un público que coreó cada canción. El buen hacer de estos músicos y su ya larga experiencia en estas lides se plasmó a lo largo de todo el concierto, en el que supieron integrar a la audiencia con bromas en la presentación de algunos temas y animándoles a participar. El culmen fue el apoteósico cierre con "Un beso y una flor", coreado por todos y cada uno de los allí presentes, al que siguió un obligado bis en el que el grupo puso al público en pie para bailar.
Los integrantes de A Contraluz, músicos no profesionales que consagran su faceta artística a propuestas de carácter benéfico como la promovida por Asomega Axuda, demostraron con su actuación intensa y motivadora que solo se puede transmitir tanto "buen rollo" cuando se siente de verdad, y solo se puede divertir tanto a una audiencia cuando uno mismo está disfrutando.
Toneladas de cariño y humanidad
A mitad de programa subieron al escenario los representantes de las entidades en cuyo beneficio se celebraba el concierto: Asomega, organizadora del evento, y Una Mirada en Marte, receptora de lo recaudado.
Julio Ancochea, presidente de Asomega, empezó agradeciendo su labor a "este maravilloso grupo de músicos generosos y solidarios" de A Contraluz, que ofrecen una música "hecha con acordes de amistad y solidaridad, música que llega al corazón". Afirmó que, dentro de lo limitado de sus recursos, la asociación intenta a través de Asomega Axuda "destinar una parte a implicarnos con proyectos que ayudan a personas con dificultades".
Explicó que ya se ha plasmado en colaboraciones con ACNUR, Camino Senegal, la Asociación Gallega de Fibrosis Quística o la Asociación Esclerose Múltiple do Morrazo (EMMO), y ahora con este concierto se afronta el reto más ambicioso de la entidad.
En él se implican dos asociaciones con las que Asomega empezó a tener contacto a principios de este año: DisCamino ("Todo lo que pueda deciros de DisCamino se quedaría corto: cariño, humanidad, solidaridad, compromiso a raudales", según Ancochea) y Una Mirada en Marte ("una entidad modélica, alegre, soñadora, formada por familias que buscan una vida plena para sus hijos").
Con el concierto queda cerrada la primera etapa xacobea de los chicos y chicas de Una Mirada en Marte de la mano de DisCamino. Ahora solo queda organizar la segunda, que será el pistoletazo de salida definitivo para llegar a Santiago...