El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) ha sido informado del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo, que echa a andar y se materializará a partir de ahora en las medidas que contemplen las normas legislativas que se van a impulsar para tener un país más sano, más vidas sanas y más calidad de vida.
Según la ministra de Sanidad, Mónica García, el plan "no hubiera sido posible sin el diálogo y sin la voluntad de acuerdo frente a la epidemia del tabaquismo”. Para lograrlo, ha resaltado el trabajo, el compromiso y el empuje de las comunidades autónomas, las sociedades científicas, las sociedades de pacientes, los colectivos juveniles, las entidades de salud pública y los profesionales sanitarios.
Una de las entidades directamente implicadas en ello es el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT), en el que está integrada Asomega. El socio Joan B. Soriano, que ejerce como representante de la asociación en este foro, del que además es vicepresidente segundo, asegura que se trata de "un gran salto adelante para la Salud Pública en España". Explica que el borrador de este plan estuvo "literalmente en un cajón durante más de cinco años, por la pandemia y otras razones. Pero el actual equipo del Ministerio de Sanidad junto con los responsables y técnicos de Salud Pública de las autonomías lo han desempolvado".
Y no solo eso: se ha abordado de una manera decidida, ya que "se han incluido prácticamente todas las alegaciones de las comunidades autónomas, el CNPT, sociedades científicas y asociaciones de pacientes, incluidas las de Asomega".
Soriano destaca el hecho de que, a pesar de la polarización creciente en todos los ámbitos, sea la Sanidad el campo en el que se concreten consensos como este: "La Salud Pública no debe ser terreno de confrontación partidista o bipartisano, porque nos incluye a tod@s siempre", afirma.
Considera "muy loable el ejemplo que hemos dado los profesionales de la salud de aparcar diferencias individuales y remar en la misma dirección para así conseguir un bien común que beneficiará la salud general, la nuestra y la de las siguientes generaciones. Desgraciadamente, la pandemia del tabaquismo en España sigue muy actual y se necesita un nuevo impulso en todas las administraciones".
El avance es notorio, pero no hay que caer en triunfalismos. El tabaco mata directamente cada año a más de 50.000 personas y a más de 6.000 de forma indirecta en España. "Todas estas muertes son evitables", asegura Soriano. Añade que siguen surgiendo muchas noticias sesgadas e interesadas "sobre el fumar y todas las formas de dispensación de nicotina, con muchos bulos y desinformaciones, que generan mucha incertidumbre".
Según el especialista, el tratamiento farmacológico del tabaquismo es muy importante, "pero la solución final del problema tabaco es legislativa y por tanto se necesita voluntad política. Hemos de hablar más sobre el control del tabaco, y para Asomega sigue siendo un problema de la máxima relevancia".
"Estamos muy contentos porque así se ponen en marcha las iniciativas legislativas y reguladoras, tanto nacionales, como autonómicas y municipales, para esta hoja de ruta destinada a mejorar la prevención y control del tabaquismo", asevera. Añade que con ello nos alineamos con los países más avanzados en estos ámbitos.