Según el trivés Julio Ancochea, presidente de Asomega, “la lucha contra la tuberculosis es una carrera de fondo en la que, aunque parezca paradójico en pleno siglo XXI, queda mucho por hacer”. En el marco de la 12ª Jornada de la Red contra la Tuberculosis y por la Solidaridad (Red TBS-Stop Epidemias), en la que está integrada Asomega, ha instado a visualizar la TB "como una carrera de relevos: somos un equipo y todos juntos, con nuestro compromiso y solidaridad, lograremos un avance real”.
Ancochea, que también preside el Comité Científico de Red-TBS, ha coincidido en sus apreciaciones con la directora del Programa Global de Tuberculosis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tereza Kasaeva, que en un mensaje a los asistentes ha pedido también una unión de esfuerzos para emprender una acción coordinada y continuada.
Tras un mensaje de bienvenida a la jornada de la ministra de Sanidad, Mónica García, las cerca de doscientas personas que han llenado el salón de actos de la Organización Médica Colegial han podido escuchar cómo Kasaeva les llamaba a la acción en un 2024 que se erige como crucial por los compromisos para hacer frente a la tuberculosis que los mandatarios políticos suscribieron el pasado septiembre en la reunión de Naciones Unidas.
Además porque, como recordaba el doctor Ancochea, aunque haga décadas que tiene cura, en pleno siglo XXI mata cada día a más de 3.500 personas y enferma a otras 30.000. Con el agravante de que en 2023 la tuberculosis recuperó el liderazgo en el nefasto ranking de enfermedad infecciosa más letal que le había arrebatado la COVID-19, tal y como se señaló en la jornada de actualización del año pasado.
Cinco claves para poner fin a la TB
“Los avances en las técnicas moleculares que ayudan a un diagnóstico más rápido tanto de la enfermedad como del perfil de resistencias y los nuevos fármacos para las multidrogorresistencias que permiten tratamientos orales y más cortos nos dan bastante esperanza a corto plazo”, reconocía el doctor Javier García Pérez, secretario general del Comité Científico de la Red TBS-Stop Epidemias y presidente de NeumoMadrid. Eso a nivel científico, porque a nivel estructural la responsable de la OMS marcaba cinco claves para el éxito que se incluyen en el plan 2023-2027:
- Alto nivel de acción y liderazgo. Kasaeva plantea llegar al 90 % de la gente que necesite servicios de atención y prevención de TB usando una prueba rápida recomendada por la OMS como primer método para diagnosticarla.
- Inversión de recursos considerable. “Más inversiones para apoyar la implementación de opciones de tratamiento preventivo de TB recomendadas por la OMS, tratamientos más cortos, diagnóstico molecular rápido y pruebas para la infección por TB, otras innovaciones y herramientas digitales supondrán mejoras en los resultados médicos” resumía Kasaeva.
- Equidad. “Las personas con TB son de las más marginadas y vulnerables y tienen dificultades para obtener atención", recuerda la responsable de la OMS.
- Cribado y prevención. “Integrar el cribado con el tratamiento preventivo de la tuberculosis aumenta las oportunidades de proteger a la gente contra la infección, además de salvar un gran número adicional de vidas.” Dada la importancia de este aspecto, la directora anunciaba que este Día Mundial de la Tuberculosis la OMS hará pública una nueva inversión para ello.
- Unidad de acción. La quinta clave pasa por lo que la Red TBS-Stop Epidemias lleva trabajando desde su creación: acciones coordinadas por parte de todos los sectores, la comunidad y la sociedad civil".
Tuberculosis y cambio climático
Ernesto Jaramillo, del Departamento del Programa Global de TB de la OMS en Ginebra, ha afirmado que “la pobreza, la desnutrición, la vivienda precaria, la exclusión social y otras condiciones (VIH, diabetes, trastornos mentales, tabaco, consumo nocivo de alcohol y otras sustancias, privación de libertad en condiciones de hacinamiento, etc.) son los impulsores de la epidemia de tuberculosis”. Con otro agravante: "En este contexto, se prevé que el cambio climático impulse aún más los determinantes sociales, económicos y ambientales bien conocidos de la TB”.
Considera que la inseguridad alimentaria marcará la clave en ese cambio: “Hace que las personas y las comunidades sean más vulnerables a las enfermedades y a los malos resultados en materia de tratamiento y salud de la TB, y desencadena desplazamientos masivos, lo que hace que las personas sean más vulnerables al desarrollo y transmisión de la enfermedad, al tiempo que interrumpe el acceso a los servicios de atención de la salud”
Según sus datos, “en 2022, uno de cada cinco casos incidentes estimados de tuberculosis fue atribuible a la desnutrición”. La situación se agrava al considerar que el cambio climático puede potenciar la expansión de la TB "a través de sus efectos en la producción agrícola, la diversidad alimentaria y la disponibilidad de alimentos debido a los cambios en la temperatura, las precipitaciones, la pérdida de biodiversidad y los eventos climáticos extremos”.