Se trata de un programa de actividades para potenciar la divulgación científica en gallego en las bibliotecas públicas y escolares. Hasta el 30 de noviembre se van a desarrollar hasta 44 actividades de divulgación científica como talleres sobre robótica, sobre científicos gallegos o experimentos, charlas y muestras bibliográficas. El programa completo se puede consultar en este enlace.
Como en ediciones anteriores, la iniciativa se lanza con el manifiesto de un científico gallego, esta vez firmado por el investigador principal del CiMUS y coordinador del grupo Genomas y Enfermedad José Tubío.
Bajo el título "El deber de conocer y transmitir nuestra historia científica", destaca la expedición filantrópica de la vacuna contra la viruela, una de las mayores proezas científicas y la primera misión humanitaria de la historia.
“A ciencia está chea de momentos épicos coma este. Coñecelos e transmitilos é un deber no que todos, non soamente os que somos científicos, debemos participar. Amigos: temos unha historia da ciencia tan rica como descoñecida. Cando leades unha historia coma esta, facédea vosa e transmitídea, porque cada vez que a contedes estaredes sementando a curiosidade pola ciencia e contribuiredes a facer medrar no noso pobo unha cultura científica moi necesaria, que nos permitirá avanzar como sociedade e nos fará máis libres”, comenta el investigador CiMUS.
Los "genes saltarines"
Tubío fue noticia recientemente porque su proyecto para descifrar el impacto de los “genes saltarines” en la proliferación tumoral ha sido premiado por la Fundación “la Caixa” en la última Convocatoria CaixaResearch de Investigación en Salud 2022, y financiado con 495.000 euros.
Según explicó en su momento el propio Tubío, el genoma humano contiene el mismo número de genes que codifican proteínas que un solo gusano. Por lo tanto, nuestra complejidad se explica por la forma en que se regulan nuestros genes. En este sentido, una fracción importante de nuestro ADN está compuesta por fragmentos que tienen la capacidad de moverse, son los llamados genes saltadores o elementos móviles: transposones y retrotransposones.
“Los retrotransposones pueden saltar de un lado al otro del genoma y provocar la pérdida de fragmentos de material genético o introducir regiones reguladoras”, dice José Tubío. Estudios previos han concluido que los retrotransposones son una fuente importante de mutaciones en el cáncer, aunque se desconocen en gran medida las consecuencias funcionales de su actividad.
En este proyecto “intentamos descifrar en qué medida este salto de retrotransposones cambia el contexto de la estructura tridimensional del genoma tumoral e impacta en la función de los genes del cáncer”, explica el investigador.