Sumar esfuerzos para lograr una atención sanitaria digna y de calidad para las personas más vulnerables de África es el objetivo genérico de Fundación Recover. Con ese fin plantea a otras organizaciones desarrollar acciones estratégicas conjuntas con las que poner en práctica su ya amplia experiencia de trabajo sobre el terreno. El ejemplo más reciente de ello es esta alianza con la Universidad Autónoma de Madrid para formar al personal sanitario de los campamentos de refugiados saharauis.
Marta Marañón Medina, directora de Fundación Recover, Hospitales para África, ha concluido recientemente una visita de prospección en la que ha podido evaluar de primera mano la situación en la zona y las necesidades formativas de estos profesionales de la salud. En esta entrevista nos relata su experiencia al respecto.

Marta Marañón Medina, directora general de Fundación Recover, y Nery Villalobos, responsable de Programas y Telemedicina de la entidad, con niños en los campamentos.
¿Cuál fue el objetivo principal de esta misión de prospección en los campamentos de refugiados saharauis?
Esta misión de prospección tenía por objetivos conocer el territorio (yo había estado hace 20 años, pero mi equipo no lo conocía); conocer el contexto social actual; coordinarse con las autoridades locales; visitar infraestructuras sanitarias existentes en los campamentos; y hacer un análisis de necesidades.
¿Qué necesidades sanitarias detectaron durante las visitas a los hospitales y dispensarios?
Hemos visitado el Hospital Nacional de Rabuni, dos hospitales regionales (hay uno en cada una de las 5 wilayas o núcleos de población) y tres dispensarios de dos wilayas (hay un dispensario en cada daira o distrito; y en cada wilaya hay seis dairas). Es solo una muestra, pero hemos visto que se necesita formación de manera permanente.
Hay pocos médicos y muchos enfermeros y auxiliares que necesitan actualizar sus conocimientos. Aprecian mucho las “comisiones médicas” o campañas de voluntariado. Por ejemplo, en los campamentos no hay psiquiatras. La única atención psiquiátrica que reciben es la que hace una doctora navarra una vez al año. En los hospitales hay personal cualificado, pero faltan medios: bombonas de oxígeno, ecógrafos, equipamiento de laboratorio para que la población no tenga que desplazarse a Tinduf (Argelia) o a Rabuni, que quedan lejos de las wilayas. La población más vulnerable y las mujeres no disponen de vehículos para poderse desplazar. Ahora hay unos taxis compartidos, pero para muchas personas supone un enorme esfuerzo económico. Los “incentivos” (como llaman a los salarios) son muy bajos. En los dispensarios faltan todo tipo de medios, pero nos ha preocupado, sobre todo, la escasez de agua y un saneamiento muy inadecuado.
¿Cómo se enmarca esta colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid dentro de la estrategia de Fundación Recover?
La Universidad Autónoma de Madrid lleva colaborando con la población refugiada saharaui, a través de su oficina de cooperación, desde el año 2006. Tiene, además, un punto focal en los campamentos de manera estable que nos ha acompañado durante toda la misión. Con el apoyo de Fundación Recover, en 2025 la UAM va a llevar a cabo unas formaciones a personal médico, de enfermería y a matronas. Los módulos son de enfermedades respiratorias, digestivas y de pediatría.
Como, hasta ahora, Recover no había colaborado al norte del Sáhara, pensamos que teníamos que hacer esta misión para conocer y coordinarnos con los actores locales. No podemos aterrizar en paracaídas en un territorio; y mucho menos en un lugar tan complejo como este.
¿Qué papel juega la telemedicina en la mejora de la atención sanitaria en estos campamentos y qué impacto esperan lograr con su implementación?
Durante nuestra misión se inauguró en el Hospital Nacional una iniciativa de Telemedicina que ha promovido una asociación local. En la inauguración participó un general español en retiro que explicó todo el potencial que tiene la telemedicina y cómo el ejército la viene usando desde hace muchos años para atender a los soldados que están en el frente. Fundación Recover formó también el último día de la misión a la directora de Asistencia Médica del Ministerio de Salud y a una psicóloga clínica de un hospital regional en el manejo de nuestra plataforma. Nuestros voluntarios (la mayoría personal médico y especialistas) pueden apoyar con el diagnóstico desde España (y otros países) y orientar sobre el tratamiento. Se pueden subir casos en árabe, español, inglés, francés, etc. En la plataforma se crean comunidades divididas por especialidades y hay un espacio también de mediateca donde se comparten artículos y referencias.
¿Cómo fue la recepción por parte de las autoridades locales y del personal sanitario?
La necesidad de ayuda es tal que la acogida fue muy buena. Ésta no se quedó solo en palabras y reuniones. Ya estamos trabajando en coordinación con ellos para ver cómo podemos apoyar en la medida de nuestras posibilidades. Los campamentos de refugiados saharauis están ubicados en la hamada argelina, un desierto de costra rocosa, frecuentemente azotado por el siroco. Solo hay agua en dos wilayas y allí no se puede producir prácticamente nada. Hay algunos camellos y cabras. Poco más. Todo viene de fuera. La dependencia de ayuda es extrema. Sorprende la hospitalidad del pueblo saharaui, teniendo en cuenta que lleva 50 años viviendo en un sitio tan inhóspito.
¿Cuáles serán los próximos pasos en este proyecto y qué retos prevén para su desarrollo?
Cristina Rodrigo, nuestra responsable de Formación y Voluntariado, irá de nuevo a los campamentos para recoger testimonios de las formaciones que hagan los profesores de la UAM. Aprovechará para seguir capacitando en telemedicina a personal sanitario. A finales de año, momento en el que las autoridades planifican las comisiones para el próximo año, volcará lo que Recover puede ofrecer. Por tanto, tenemos todo el 2025 para canalizar las peticiones de voluntariado que nos lleguen. También vamos a empezar ya a presentar proyectos en las convocatorias públicas y privadas en las que tengamos oportunidad de hacerlo.

La directora general de Fundación Recover con una niña saharaui que viajó con el programa Vacaciones en paz a Galicia.
¿Cómo pueden colaborar otras organizaciones o profesionales de la salud con Fundación Recover en esta iniciativa?
El personal sanitario puede participar de manera voluntaria en campañas presenciales en el terreno y/o en la plataforma de telemedicina (dividida en 18 especialidades). Las personas interesadas se pueden poner en contacto con Fundación Recover a través de voluntariado@fundacionrecover.org.
Las empresas, fundaciones corporativas y filantrópicas, los ayuntamientos, diputaciones y juntas de comunidades autónomas que estén interesados en apoyar al pueblo saharaui pueden apoyarnos económicamente vinculándose con algún proyecto específico. Puede ser de agua y saneamiento; de sensibilización en salud mental; de equipamiento sanitario, etc. Nosotros nos presentaremos a sus convocatorias. Pero si alguna empresa, fundación o persona filantrópica quiere ponerse directamente en contacto con Fundación Recover, puede hacerlo a través de alianzas@fundacionrecover.org.
Desde su experiencia, qué lecciones han aprendido en esta misión que puedan aplicarse a otros proyectos de cooperación sanitaria en África?
Para que los proyectos de cooperación tengan mayor impacto social a largo plazo, es fundamental velar desde el principio por la sostenibilidad. Nos preocupa mucho el mantenimiento de las infraestructuras y equipamientos. Allí faltan técnicos de mantenimiento y es esencial que se garantice cómo se van a hacer las reparaciones. Para ello, sugiero adquirir el material a nivel local, en Argelia, siempre que se pueda, en vez de traerlo de fuera.
También es preciso trabajar en alianza con otras entidades para buscar complementariedad. El presidente de Asomega, Julio Ancochea, quiere impulsar una alianza similar a la que ya existía “Alianza Sahara Salud” en la que se pueden integrar universidades como la UAM, fundaciones como SEMG-Solidaria y Recover, asociaciones como Asomega, empresas, y, en definitiva, todas aquellas entidades o filántropos que quieran sumarse a esta iniciativa con el fin de mejorar el acceso de la población saharaui a una atención sanitaria digna.