En el marco de la Feira da Saúde que organizó Asomega dentro del II Encontro Mundial de Médicos Galegos, ha tenido lugar la presentación oficial de la Fundación del Museo do Médico Rural, en un acto en el que han coincidido los representantes de los cuatro organizaciones que la impulsan:
- Miguel Carrero, presidente de Previsión Sanitaria Nacional.
- Julio Ancochea, presidente de Asomega.
- Francisco Martelo, presidente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Galicia.
- José Manuel Lage, director y promotor del Museo do Médico Rural de Maceda.
Julio Ancochea ha asegurado que "con la puesta en marcha de la Fundación pretendemos que el Museo de Maceda crezca, y vuele. El primer paso es su proyección más allá de su sede en la casa consistorial macedana que se puede contemplar aquí mismo, en esta Feira da Saúde". Este es el germen de una exposición itinerante con una muestra representativa del contenido del Museo que podrá desplazarse por toda Galicia.
El presidente de Asomega ha definido el museo como "memoria viva de los que nos precedieron y han marcado el camino a los médicos gallegos de hoy". Además, ha aseverado que la puesta en marcha de la Fundación constituye "una buena noticia para los que defendemos esta Medicina basada en los afectos, en la cercanía al paciente y en el compromiso".
La Medicina más humana
En su discurso, el presidente de PSN, Miguel Carrero, ha insistido en la necesidad de reivindicar nuestra memoria y recordar la figura de aquellos que hicieron una gran Medicina en las condiciones menos favorables: "Son cosas que no se pueden perder de ninguna manera, tienen que perdurar por lo que significan y pueden significar en el futuro". Considera que "tenemos que poner nuestro granito de arena para conservar lo que en medicina es excelencia, y el médico rural ha sido y es excelencia".
Tras un completo e interesante recorrido por la historia de la atención médica, haciendo especial hincapié en la importancia de Santiago y las peregrinaciones en su evolución —"llegó a haber más de 300 hospitales a lo largo del Camino", ha explicado—, Carrero ha afirmado que el médico rural reúne una serie de atributos "que le imprimen un fortísimo carácter humano: compasión, accesibilidad, entrega, libertad, empatía, honestidad intelectual. Hace de su relación con el paciente el más humilde acto de humanidad", ha aseverado.
Por último, ha tenido unas emocionadas palabras de recuerdo a su amigo el profesor José Carro Otero, con quien iba a visitar el Museo do Médico Rural de Maceda y quien ha inspirado la concesión a éste por parte de Asomega del Premio PSN "A Fonte Limpa".
Figuras clave en el entorno rural
A continuación, el presidente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Galicia, Francisco Martelo, que también ha mencionado a su antecesor en el cargo, el doctor Carro, ha recordado los tiempos en los que la institución que dirige necesitaba información de los problemas de salud surgidos en pueblos y aldeas: tuberculosis, cólera, difteria, etc. "Los médicos rurales se ocuparon de ese trabajo de transmisión de datos sanitarios, lo que hacían a veces desatendiendo a sus pacientes. Como no había teléfono el único contacto era postal y por eso se les llamaba académicos correspondientes", ha señalado.
Según ha explicado, esa disposición para asumir un trabajo de gran entrega situaba al médico rural "en el pedestal del tremendo respeto de los ciudadanos. Hoy hay coches, electricidad, pero el esfuerzo sigue siendo grande, el mérito se mantiene. Los pueblos de la España deshabitada se sustentan por la existencia del médico rural".
Por su parte el director del Museo, el doctor José Manuel Lage, ha señalado que "en aquellos años el médico era vecino, confesor, psicólogo, y estaba presente en todas las etapas de la vida de sus pacientes. Disponían de pocos medios técnicos, por eso el ojo clínico era su principal baza para solventar la mayoría de patologías". Su fin, ha asegurado, era "el ejercicio vocacional de la Medicina hecha con amor y dedicación".
Un emotivo final: los Ancochea en el Museo
Lage, que también ha rememorado la figura de José Carro, ha querido expresar su especial agradecimiento a Asomega y en particular a Julio Ancochea, y lo ha querido materializar en un homenaje sorprendente y muy emotivo.
Para cerrar el acto, el director del Museo do Médico Rural ha pedido a los presentes que visionaran con él un pequeño documental elaborado para explicar el fundamento de una iniciativa como la que él ha promovido en Maceda. La sorpresa para todos los presentes ha venido al observar que el narrador del vídeo en cuestión era el propio abuelo de Julio Ancochea, Ramón Bermúdez Trasmonte, nacido en Maceda en 1889 y que, con la ayuda de su hermano José, también médico, ejerció como médico en esa localidad en los difíciles años de la pandemia de la mal llamada "gripe española".
Se da la circunstancia de que el Museo de Maceda cuenta con varias piezas donadas por la familia Ancochea, así como con paneles explicativos centrados en la figura de los hermanos Bermúdez.