No resultó una intervención fácil, dificultada por las emociones que afloraban casi en cada bloque del discurso, en cada párrafo, en cada recuerdo asociado a una persona, a un rincón de Trives, a un sentimiento. Julio Ancochea se declaró profundamente honrado y agradecido por un reconocimiento que, a tenor de la expectación que despertó, se antoja más que acertado. Un abarrotado salón de actos de la Casa de Cultura acogió el evento en el que, tras la intervención de la alcaldesa para explicar la decisión del Concello y del poeta Xosé Luna, el propio presidente de Asomega se dirigió a los presentes para tratar de poner en palabras un torrente de emociones, recuerdos y sensaciones. A continuación, recogemos íntegramente este discurso.

Julio Ancochea durante su intervención ante el público que llenaba la Casa de Cultura de A Pobra de Trives.

 

Queridos amigos:

Ya no soy un niño…Sumo ya una cantidad importante de años y en ellos he podido sumar también una indefinida cantidad de veces en las que he tenido que exponer en público, aquí y muy lejos de aquí, mis proyectos, trabajos de investigación, publicaciones, iniciativas...He recibido premios, reconocimientos, me he sentido querido…

Pero ninguna de esas ocasiones se parece a esta. En ninguna he vivido como ahora tan a flor de piel sentimientos tan intensos y gratificantes como el agradecimiento profundo, y algunos tan difíciles de gestionar como la nostalgia y la emoción.

En ninguna me he sentido, ni de lejos, tan honrado y, a la vez, tan impelido a estar a la altura de un reconocimiento que, aunque me ilusiona y emociona, me abruma y me hace pensar si realmente soy digno de esta distinción.  

Porque ese cóctel de sentimientos tiene muchos más ingredientes: la añoranza, la pasión y el sentido de pertenencia, la memoria, o la convivencia con los que ya solo están en el recuerdo y a los que sigo queriendo. Pero también con los que me cruzo por la calle y con los que comparto afectos y conceptos.

 Para mí, todos sois Trives, mi Trives…

Decía Luz Casal en una de sus canciones más conocidas:

"Yo quisiera volver a encontrar la pureza
Nostalgia de tanta inocencia que tan poco tiempo duró
Cuando la pena cae sobre mi
Quiero encontrar aquello que fui
Miro hacia atrás y busco entre mis recuerdos…

Pues bien, tengo la suerte de que no necesito que la pena caiga sobre mí para rememorar esa pureza. Gracias al vínculo que he mantenido con el Trives de mi inocencia, disfruto de un regalo de la vida que reconozco que me convierte en alguien muy afortunado.

Vuelvo a Trives y vuelvo a ser un niño…Los recuerdos están ahí, a mano, y son… para toda la vida. 
Porque  para mí, Trives es hablar de gozo, de estar en casa, de notar la presencia de los que ya no están pero viven en mí para siempre y siguen haciéndome sentir el cariño y la dulzura con que me criaron.

Y me inculcaron unos valores, una forma de entender la vida y de estar en el mundo que es mi mayor tesoro. Y a la vez,… una de mis mayores responsabilidades porque espero haber sido capaz de aplicar esos principios, por supuesto en mis propios hijos, pero también en mi relación con los demás. 

En definitiva, eso es Trives para mí. Añoranza, sentimiento, gozo, orgullo de pertenencia y valores que han vertebrado mi vida.

Esta mañana no voy a hablar de Neumología, ni de mi Hospital, la Universidad y mis proyectos de investigación, ni de la dimensión humana de la Medicina, ni de la pandemia,…ni siquiera de mi pasión por Asomega, por PSN, por la Educación y la Sanidad universal…

Voy a hablar de TRIVES… de mi infancia, mi familia, mis esencias, mis sentimientos…

TRIVES, MI PUEBLO, mitad celta, mitad romano, deudor de la Restauración, vetusto, aristocrático, digno, mágico, atemporal, con sus piedras fuertes, viejas, gastadas, sus galerías blancas que esconden tantas miradas, tantos secretos, sus pazos y casonas blasonadas que hablan de tiempos tal vez mejores, tal vez…

Vuelvo a Trives, recupero mi vida, mi esencia…Y, como siempre (apenas he conocido el AVE a Galicia), vengo por La Rúa. Allí queda la tía Maruja, la de la farmacia, con su bondad, sus fórmulas magistrales y sus buenos consejos. Allí quedan Toñito y Concha, Tere y Chus (las niñas de La Rúa) (y también los recuerdos de las fiestas de agosto y los bailes agarrados, Rafa, Ángel y la carrera ciclista, aquella vez que vinieron Los Pekeniques, la consulta en Petín de D. Pepito Quiroga…).

El Bibei, la Cabalar, ondulantes vidueiras, castaños viejos, robles antiguos y sabios nos saludan y ya en San Roque nos espera desde lo alto del altar mayor, con el permiso del Santo Cristo y de la Dolorosa que procesionarán en septiembre en nuestras fiestas grandes,  nos espera Bartolomé, nuestro querido y antiguo patrón, nuestro “santiño”, apóstol que fue, discreto y bonachón, amigo del Señor, que otrora tuvo su iglesia en la plaza hoy del Reloj, pero que se quedó pequeña y elegantemente cedió la titularidad de la iglesia actual  (que mima con esmero y bondad mi querido D. Julio) al Santísimo Cristo de la Misericordia

Y en San Roque, uno de los primeros  en aparecer, el tío Eumenio, Eumenio Ancochea, hijo de médico, adusto, grave, trabajador, que marchó a la Argentina como tantos otros a hacer las Américas y ¡vive Dios que las hizo!, siempre con su pueblo en el corazón, en donde su madre, la abuela Leonor Boscossi, que hoy nos contempla junto a otras trivesas ilustres desde el mural de la calle San Martiño le reclamaba un colegio digno y de nivel para la educación y el progreso de sus “pequeniños” de Trives y su comarca, el Colegio Santa Leonor. Cuántas carreras resuenan por los pasillos hoy desiertos, por sus aulas, por sus galerías… Además… si te asomas, una vez que ha anochecido, en silencio y sin hacer ruido, podrás intuir o tal vez ver a Julio Vázquez, maestro ejemplar y vocacional, o a alguno de los Hermanos de La Salle, colocando lapiceros y cartillas de lectura en viejos pupitres de madera.

Por San Roque pasea también (saludando a Concha y Maruja Fernández, a Pimpa, a Mª Luisa y Evaristo, al Chispa, a Emma y Sofía, a Adelaida y Luisita Campos…) Germán Ancochea, el matemático y académico, alto, serio, con esa retranca gallega que sembró por las academias de medio mundo. El “rapaciño de Trives” como le llamaba el profesor Alvarez-Ude y que siempre, cada verano, volvía, volvía, volvía y , a través de la obra de Benjamín Macía y de Tere Varela y José María, sigue volviendo allí donde hoy el Instituto y Francisco García “Farruco” le recuerdan, rindiendo homenaje a la ciencia, al saber, al trabajo bien hecho, recogiendo las tareas de los más pequeños que llegan ilusionados desde el colegio Manuel Bermúdez, otro matemático, otro trivés impenitente hasta el final de sus días.

Y llegamos a casa, a nuestra casa, mi casa, la que se llamó del “forense”, médico de vivos y de muertos, el abuelo Ramón, Ramón Bermúdez, un galeno de aquellos que no tenían horario, (ni horario … ni una perra!), quien ,estrenado el siglo XX ( tras presentar su tesis doctoral en 2015- dirigida por R. Nóvoa Santos- y vivir como médico de a pié la Gripe del 18 junto a su hermano Pepe) llegó a Trives enamorado desde Maceda ( donde el Dr. Lage dirige con sabiduría el Museo del Médico Rural) y se quedó para siempre,  se cargó de hijos y dejó su recuerdo en cada casa, en cada enfermo, en cada herida, en cada aldea, en cada parto, … ¡Qué cascarrabias!, pero de corazón ancho y profundo… recorrió ,muchas veces a caballo todas  “As Terras de Trives” (Paraisás, Peñafolenche, Cotarós, San Lorenzo, San Mamed, Castro, Chandrexa, Coba, Santa María de Trives, Barrio, Navea , A Encomenda, San Fiz, Piñeiro, Mendoya, Penapetada, Sobrado, A Somoza, Vilanova,…).

Su estela la compartieron su hijo Pepe (fallecido prematuramente el año que yo nací), Alfonso Paz, Julio Montero, mi querido Juanjo Fdez. Teijeiro, Carlos Arias, Rama, Rojo, Salgueiro, Gabino García, el recordado Guillermo Bertólez, … hasta llegar a Eva Rodríguez Macías, Manuel González  y las nuevas generaciones de médicos rurales (¨Mais que médicos,…médicos do corpo e alma”).

Todos ellos, ejemplo de vocación y compromiso, como también lo fueron las enfermeras y otros profesionales sanitarios como Monchito, Juan el practicante, la señora Anuncia y Berardo Araújo, nuestro veterinario titular durante tantos años. Y con ellos, dos farmacias emblemáticas de honda tradición familiar: la Farmacia Álvarez y la Farmacia Paz (palabras mayores).

Sí, por fin llego a casa, nuestra casa, casa que huele a limpio, a sábanas tendidas a clareo, a maderas de castaño enceradas durante lustros por mi querida Josefa y ahora mimadas por nuestra Rosario de Cotarós , y huele a empanada de zorza del Caneda ( Ay, los Caneda!) , a croquetas de Clarita, a grelos con chorizo y a bica mantecada, a deliciosos postres de nuestra querida Paquita Gallego, a canciones y muñeiras de Purita Tavares, y a “biquiños” y abrazos de mi madre, madre y abuela,  Chiruca, que sigue madrugando y trasteando entre sus cacharros para que a nadie le falte de nada, para que todo el mundo descanse y deje las prisas en el portal de fuera, porque al entrar en casa, en mi casa, el tiempo se detiene, privilegio éste de pueblo viejo y noble…

Y vuelven las tardes de juegos en la calle, de aire limpio y puro, de bicicletas, risas y bocadillos, de pantalones cortos y rodillas “langradas” , de salidas nocturnas y llegadas a hurtadillas con Malusa y Orlando (que bailaron el Porompompero en el viejo “ Cine moderno” en el que Elías convertía en milagro el hacer funcionar el viejo cinematógrafo), con Cuqui, Bea y todos los Paz, mi amigo Jose el de Celsita, Ana,  Blanca y Marta, Gabino, Gelín, Luisito, Richolo, José Luis, Maida, Germán y Manolito Gallego , los Figueiras, Merche y Belén Illera, los Trinta, los Pombeiras, Enrique, Jorge, Manolo Guntiñas que a veces (muy pocas) me ganaba al tenis, los Domínguez, los Temes, los Romero, los del Picouto,  súperPili , de nuevo Orlando y Toñito Sarabia, los Estamperos, los Parrulos, los Pombeiras, los del Café, Mariló Solla, Elisa y as chicas de Mouruás,…

Y ya de vuelta a casa, … en silencio nos contempla desde la galería, mi padre, el fiscal de tantos años, el último fiscal de Trives, que nunca dejó su pueblo a pesar del escalafón y de los trienios, detrás de sus gafas, sus papeles y su máquina de escribir, orgulloso de la Cruz de San Raimundo de Peñafort que le concedió el Ministerio de Justicia, …

No hace falta que diga nada, su ejemplo… lo más valioso.

¡Lo echo tanto de menos!

Ya ven. Yo soy muy poquita cosa… pero, como decía Mariano José de Larra, “los sentimientos se sienten “.

Amo profundamente a Marga, mi mujer, (una mujer leonesa, fuerte, generosa y cabal que camina conmigo en la vida desde hace casi cuatro décadas) y a mis hijos, Julio y Gonzalo de los que tan orgullosos estamos.

Me temo que soy un sentimental. Y hoy… estoy profundamente emocionado.

Sí, la EMOCIÓN es lo que alimenta mi memoria de Trives, de mi infancia, del recuerdo de mi familia, del nacimiento de una vocación médica que ha guiado mi vida desde entonces...

No entiendo la existencia si no está impulsada por el motor de las emociones, de los afectos, de la relación con el otro, del nos-otros... principios de vida cuyo origen, si rebusco en mi memoria, entre esos recuerdos siempre entrañables, está siempre en Trives. 

Y, … como ya dije el año pasado en las fiestas de San Bartolomé y he proclamado siempre que he tenido ocasión en 4 de los 5 continentes…

SOY TRIVÉS.
Trivés militante (…creyente y practicante). Y hoy y mil veces quiero reivindicar mi pueblo, mis sueños, mi cuna, mi palabra…

REIVINDICO conjugar la alegría cada día que vuelvo, las campanas de la iglesia mis recuerdos de niño jugando en Cantalarrana, los baños en Guístolas y el Caneiro con Chata y Adita, el coche de línea de la Empresa Trives , la bolsa de la ropa sucia cuando estaba interno en Ourense, el bonachón de César Penelas…

Mis primeras primaveras, la caída de la hoja… San Roque, las cuatro estaciones… Mi pueblo, 
Las plazas del Pilón y del Reloj, a praza do Grifo, Mis hermanos, mis sobrinos, el hogar, as ilusións,
os amoriños primeiros, los amigos de siempre y para siempre (algunos ya no están…) (pero hoy me abrazan desde el cielo).

TRIVES, historia y tradición, naturaleza y paisaje, paraíso natural.
TRIVES, aire puro…
Aire, aire, aire…
Aire para respirar, 
Aire para vivir.

Trives respira, RESPIRA hondo, muy hondo…
RESPIRA sueños, recuerdos, emociones, historia, futuro, pasión, …
Trives … RESPIRA VIDA 

Sí, reivindico mi pueblo,
Mi infancia,
mis sueños,
mis raíces.

Ya para terminar…Permitidme hablar de mis padres…

Mi madre nació en Trives, hace 100 años, en la primavera de 1923

Como decía Rosalía: 
“Nacín cando as prantas nacen,
no mes das flores nacín,
nunha alborada mainiña,
nunha alborada de abril…”

Trives fue su vida…

En Trives nació, en Trives creció, en Trives vivió…, en Trives quería morir y en Trives descansa para siempre. Mamá era muy de Trives, muy gallega.

“No rostro: lus de ledicia
No peito: baril alento
Nos ollos: inxel primicia
No celebro: pensamento
Nas mans: saudosa caricia
No corazón: sentimento”

Suspiraba por su casa, “su casiña, donde perdió a su madre siendo casi una niña, donde “tanto quiso”, donde cuidó a su padre hasta el final, a su marido, al tío Manolo, donde nos quiso con toda su alma y nos cuidó a todos, a mi hermana Mercedes, a mi hermano José María, a nuestros hijos, a mi…Era buena y generosa.

Me gustaría compartir con vosotros un fragmento del  poema “NANA DE LÁGRIMAS”, que, dedicado a ella, me regaló uno de mis pacientes y gran amigo, Antonio Hernández, Premio Nacional de Poesía y de la Crítica

              “Desandaría el tiempo
               aunque tuviera que cruzar
               por el llanto tantas veces,
               para estar en tu falda, mamá,
               y que tu nana me arrulle…”

Mi madre… y mi padre…

Querido Papá, hoy, 5 de agosto, es tu cumpleaños

Y quiero darte las gracias por tu ejemplo y por ser como has sido toda tu vida…

SENCILLO Y HUMILDE

Nunca perseguí la gloria
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción…

Decía Antonio Machado (para quien “hoy es siempre todavía”)

Tú siempre has sido…BUE NO

Hay en tus venas gotas de sangre jacobina,
pero tu verso brota de manantial sereno;
y más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
eres, en el buen sentido de la palabra, bueno

Antonio Machado

Y, como dice XOSÉ LUNA…fuiste para mi …

                                  CAMIÑO VERDE ESPERANZA

Estes días azuis e 
este sol da infancia
aventan o corazón e
danlle vida á alba


Estes días azuis e 
este sol da infancia
co meu pai da man…
camiño verde esperanza…

MI PADRE fue …

Bueno y generoso, comprometido con su pueblo, familiar y sentimental, fiscal comarcal, trivés y trivés…

Muchas gracias, Papá, presidente de Honor de los Antiguos Alumnos del Colegio Santa Leonor, 
al lado de Berardito, Félix, Alvaro, Moreiras, Isaurito, Arsenito, Luis, Paco Cossío, Don Pablito, Pedro de Vilanova… y tantos otros de aquellos “pequeniños”.

Felicidades, papá.
 
Siempre estarás en mi corazón y este generoso e inmerecido reconocimiento que me hace nuestro pueblo hoy, 5 de agosto, en el que cumples 103 años, es mi regalo de cumpleaños para ti.

Pues bien, amigos, todo esto es Trives para mí. Todo esto y mucho más para lo que ya me siento incapaz de encontrar las palabras adecuadas.

Voy terminando …

Y para rematar, cómo no, poesía. De la parroquia de Sobrado proviene Manuel Luis Acuña, periodista, maestro y poeta que nació en el último año del siglo XIX y que, aunque solo publicó un libro, “Fírgoas”, nos dejó perlas como esta:

“Hala pra Galiza, que hai brétemas e orballos
e gándaras e serras e relva e pedrugallos.

Hala! Hala pra Galiza, que hai brétemas e orballos
e festa nos regatos e prata nos outeiros”.

Galicia siempre en el corazón del poeta, como lo estaba también Ourense en el de D. Ramón Otero Pedrayo, cuyo padre, médico rural en Trasalva, “conocía los sonidos y los silencios de la aldea”.

Ourense, craro río, verde val.
Leda vendima, céltigos outeiros,
xardís fidalgos, eido petruceal.
Soar de piñeiros.

Ourense, ouro. Corazón.
Espranza, bondade, tesouro…
de amor, agarimo, canción.
Ourense, ouro

Y yo añado (mientras Os Trintas tocan a gaita, a Caixa, o requinto e o bombo,…y Pardo y Basilio siguen rondando as mozas…)

TRIVES, ouro. Corazón.
Espranza, bondade, tesouro…
de amor, agarimo, canción.
TRIVES, ouro…tesouro

…Y este tesouro es lo que yo me llevo hoy de aquí en mi corazón. 

Y ya sólo queda una palabra en mi diccionario:  GRACIAS.

Muchas gracias

Sí, “el agradecimiento es la memoria del corazón” 

JULIO ANCOCHEA
Trives, 5 de agosto de 2023

 

Iñaki Moreno

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